Y como ya comentaba ayer, la semana va a ser dura. Buena y oscura muestra de ello es el nuevo pepinazo extremo en forma de disco que sacan los californianos Nails, quienes en muy poco tiempo se han hecho con el título de nueva banda extrema favorita para muchos después de dejarnos en el 2009 aquel imbatible Unsilent Death. Brutalidad, dolor, miseria, placer, hostilidad, y mucha, pero que mucha, mala baba, es que concentran estos 10 misiles en no más de 17 minutos de masacre sonora. Southern Lord es el sello, por supuesto.
De nuevo bajo la batuta sonora del Dios del hardcore y el metal extremo de la actualidad, Kurt Ballou, el disco se grabó, ¿como no?, en los Godcity Studios, de los que de nuevo podemos decir es el puto templo sagrado del sonido del fin del mundo. Kurt Ballou es el Dios y Godcity Studios (como bien indica su nombre) su puta ciudad donde domina hasta el más mínimo detalle para, en este caso, conseguir sacar de los Nails uno de los mejores discos extremos del año y un compañero a la altura de su imperdible debut.
A excepción de 2 temas, el quinto, que funciona como una pausa justo en medio del disco, y el décimo, que también funciona a la perfección gracias a que es el último, el resto es puro burrerío sonoro, cafrismo desenfrenado, una bulla de espabila que te corto la cabeza y una contundencia que ni el mismísimo King Kong para 8 temas de los cuales tan sólo uno llega a los dos minutos. Pura droga sin cortar.
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