martes, 1 de septiembre de 2015

IRON MAIDEN (2015) The Book Of Souls


Ha llegado el momento, al fin lo tenemos, aunque sea por ahora de manera virtual, pero ya podemos disfrutar de él en toda su grandeza. El último disco de los incombustibles e imperecederos Iron Maiden ya es un hecho. Cinco años despuésde su espacial The Final Frontier, con cáncer diagnosticado y superado por Dickinson incluido de por medio, la banda de heavy metal por excelencia, un título ganado a pulso en sus más de 30 años de historia, vuelve a dar el rotundo do de pecho con su décimosexto álbum de estudio titulado The Book Of Souls. Una vez desvelada su portada, de la que tengo que decir estoy totalemente a favor, y escuchado su adelanto The Speed Of Light, del que la mayoría no sacamos mucho en claro al ser un single sin demasiado fondo ni desarrollo, y eso que estamos hablando de un tema de 5 minutos nada menos, el hachazo que nos han dado con un disco doble de más de una hora y media de duración, ha sido de órdago a la grande y más.


Enmarcado dentro de la línea claramente progresiva y expansiva que han ido dibujando durante los últimos años, hay un antes y un después muy marcado en la maduración y la composición de los temas de Maiden comparando las dos épocas en las que Dickinson ha sido su vocalista, The Book Of Souls retoma el testigo del The Final Frontier para ahondar aún más en el desarrollo como obra faraónica dotándola de temas que sobrepasan los 5 minutos, algo nada fuera de lo normal para ellos, y alguno que otro que llega a los 11, a los 13 e incluso el tema final, Empire of the Clouds basado en el accidente que sufrió el dirigible británico R101 y compuesto al piano por Dickinson durante las 6 semanas que estuvieron en el estudio, que pasa de los 18 minutos y que nos remite directamente a la enorme Rime Of The Ancient Mariner del Powerslave.


No vamos a decir que estamos ante el disco definitivo de Iron Maiden, ya que a esta afirmación la gran mayoría tendría mucho que decir poniendo el grito en el cielo con el Number Of The Beast, el Piece Of Mind o el nombrado Powerslave, sus discos más laureados, pero lo que sí que podemos afirmar, sin lugar a dudas, es que estamos ante el disco más completo, equilibrado, desarrollado, trabajado y (doblemente) redondo del combo londinense más querido de todos los tiempos. De cabeza con lo smejor del año.

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