martes, 29 de septiembre de 2015

VLACK (2015) There Is No Death



Estoy viviendo un fin de mes de lo más intenso y delicioso gracias a los últimos lanzamientos de la incombustible BCore, el sello underground por excelencia del estado Español y la discográfica catalana con más aciertos en su haber en sus 25 años de historia. Voy a nombrarlos por si alguno todavía no se ha enterado. Por un lado tenemos el nuevo Ep de The New Raemon llamado El Yeti, extraído de su último largo Oh Rompehielos, por otro el disco debut de Greus, combo formado por Edu (Moho) e Iván (Moksha, XMilk) en el que el sludge instrumental más pantonoso y corrosivo toma forma a través de composiciones tituladas en catalán, el tercer largo de Cuello, una de las pocas formaciones de BCore que no piloto (algo a lo que ya le estoy poniendo remedio), y por último, pero no menos importante, el caso que nos ocupa. 

 

There Is No Death es el debut del nuevo proyecto de punk sin etiquetas firmado por Marc Teichené bajo el pseudónimo de Vlack, quien realizando prácticamente todas las funciones en este nuevo pepinazo de sangre, sudor y lágrimas, la batería va a cargo de Narcís Prats de Moksha y la producción, como no podía ser de otra manera, de la mano del maestro Santi García, se codea con el rock, el metal, el hardcore e incluso el western en un disco que, tomando fracciones y recuperando enseñanzas de todos sus anteriores hijos bastardos, Rippers, Püdor Crònica, Tesseire y Skull Boys, renace de las cenizas con una marcada personalidad propia y un objetivo muy similar al de siempre. Componer uno de los discos más sinceros, viscerales y emotivos que hayas escuchado jamás.

 

Componer después de la muerte de su hermano y presentarse al mundo sin él en este nuevo trabajo, ha tenido que ser uno de los momentos más duros profesionalmente hablando que ha tenido que afrontar Marc, de eso estoy seguro. Pero una cosa os voy a decir sin a lugar a dudas, si David está en algún sitio y puede escuchar este There Is No Death, título que claramente hace alusión a si mismo, tendrá la cabeza bien alta y el pecho inchado de orgullo al ver que Marc ha seguido adelante con su visión musical y que del parto ha nacido un nuevo "sobrino" al que amar y disfrutar incondicionalmente. De cabeza con lo mejor del año nacional.

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