(click en la portada para descargar)
Primer álbum para la discográfica E1 de éste grandioso trío de Atlanta y tercero en su corta carrera que comenzó allá por el 2003, aunque no fue hasta el 2007 cuándo nos ofrecieron su visceral y primigenio debut bajo el nombre de Dog Magic. El pasado 2009 nos volvieron a visitar desde su psicodélico mundo para dejarnos el magnífico Voice Of Saturn, que además esconde alguna colaboración de escándalo, y casi por sorpresa y con una urgencia que es muy de agradecer (a veces tenemos que esperar incluso 4 años para tener un disco nuevo de algunos artistas) aquí tenemos los nuevo de éstos colgados espaciales para deleite del público más selecto, je je je.
Como viene siendo habitual en ellos, el nuevo disco de Zoroaster es una entidad independiente que solamente es comparable a ella misma, me explico. Cada disco de los de Georgia carga con su propio espíritu y por consiguiente nada tiene que ver con el siguiente o con el anterior, la base sigue siendo la misma pero las contínuas ganas de hacer siempre algo nuevo, emocionante y diferente siempre los ha llevado más allá de lo anteriormente planteando a través de caminos, quizás similares, pero nunca iguales. La diferencia más palpable que notamos, incluso antes de escuchar el disco, es la cantidad de temas y la duración de los mismos. Dónde sus anteriores disco no pasaban de las 6 canciones aquí han sido capaces de llegar hasta las 9 acotando lo máximo que han podido los temas y estructurándolos de una manera mucho más compacta. No os preocupéis, las colgaduras psicodélicas siguen intactas, no estoy diciendo que os vayáis a encontrar con una banda nueva con el mismo nombre, a lo que me refiero es que hay cambios patentes en cada disco que se convierten casi sin quererlo en sus signos de identidad. Otra de las grandes diferencias, junto con ese novedoso aire stoner que respira el disco, son las voces. En su mayoría susurradas llevan un tratamiento que las hace parecer de otro mundo, incluso fantasmagóricas en ocasiones. Impecable la producción a cargo del omnipresente Sanford Parker que ha conseguido llevar a los Zoroaster mucho más allá de dónde seguramente tenían pensado en un principio ya que éste hombre sabe extraer lo mejor de cada banda con la que trabaja.
Sobradamente el mejor trabajo de los Zoroaster y sin dudarlo también uno de los mejores del gran Sanford Parker a las tablas, hipnótico a más no poder...
Como viene siendo habitual en ellos, el nuevo disco de Zoroaster es una entidad independiente que solamente es comparable a ella misma, me explico. Cada disco de los de Georgia carga con su propio espíritu y por consiguiente nada tiene que ver con el siguiente o con el anterior, la base sigue siendo la misma pero las contínuas ganas de hacer siempre algo nuevo, emocionante y diferente siempre los ha llevado más allá de lo anteriormente planteando a través de caminos, quizás similares, pero nunca iguales. La diferencia más palpable que notamos, incluso antes de escuchar el disco, es la cantidad de temas y la duración de los mismos. Dónde sus anteriores disco no pasaban de las 6 canciones aquí han sido capaces de llegar hasta las 9 acotando lo máximo que han podido los temas y estructurándolos de una manera mucho más compacta. No os preocupéis, las colgaduras psicodélicas siguen intactas, no estoy diciendo que os vayáis a encontrar con una banda nueva con el mismo nombre, a lo que me refiero es que hay cambios patentes en cada disco que se convierten casi sin quererlo en sus signos de identidad. Otra de las grandes diferencias, junto con ese novedoso aire stoner que respira el disco, son las voces. En su mayoría susurradas llevan un tratamiento que las hace parecer de otro mundo, incluso fantasmagóricas en ocasiones. Impecable la producción a cargo del omnipresente Sanford Parker que ha conseguido llevar a los Zoroaster mucho más allá de dónde seguramente tenían pensado en un principio ya que éste hombre sabe extraer lo mejor de cada banda con la que trabaja.
Sobradamente el mejor trabajo de los Zoroaster y sin dudarlo también uno de los mejores del gran Sanford Parker a las tablas, hipnótico a más no poder...
Es cierto, se nota distinto, quizás más psicodélico, y una producción ciertamente pantanosa. Aunque es un disco algo denso y que precisa de más escuchas, estoy seguro que será un gran disco.
ResponderEliminarEso sí, como el Voice Of Saturn, ninguno.
Saludos.