Seguimos encontrándonos en un momento en el que la escasez de discos apetecibles, para éste humilde servidor, hace que mi reducida lista, en la que por ahora han entrado tan sólo tres o cuatro discos de este año, se vea alarmantemente pobre y sin previsión de crecer en los próximos días. Días en los que sigue reinando la incertidumbre en la red, algo que indirectamente está afectando a la ágil filtración de los discos ya qué muchos sitios han caído o han cerrado. Yo sigo a las mías, como ya habéis podido comprobar éste 2012 va a ser un año oscuro en todos los sentidos, y qué mejor manera de prepararnos para ello que coronarlo todo con la ineludible discografía de los amos de la oscuridad, los Morbid Angel.
Iremos desgranando toda la discografía de los de Tampa poco a poco, a medida que me encuentre con ganas, y para seguir un orden cronológico, hace bien poco pusimos su debut y anteriormente hablamos de su último y muy apaleado disco industrializado, hoy nos ponemos en faena con el que es el segundo disco oficial de los Morbid Angel. Me gustaría recordar, ahora que tan en boca de todos está el cambio sustancial, y para la gran a mayoría a peor, que ha hecho la banda de Azethgoth, puntal maestro y líder indiscutible de la banda, en su último disco, qué cuando salió este Blessed Are The Sick la mayoría de prensa y fans de la época lo tacharon de vendido y flojo en comparación con su debut. Nadie entendió qué Blessed Are The Sick era el triunfal primer intento de los Morbid Angel por cambiar de registro y destruir para volver a reconstruir su propio estilo e influencias realizando un disco de death metal al qué, por suerte, el tiempo ha sabido poner en su sitio.
Hoy en día nadie duda de que Blessed Are The Sick es uno de las obras cumbres del death metal como estilo y de los mayores logros de los Morbid Angel como banda, personalmente si tuviera que elegir un favorito entre toda su prácticamente intachable discografía, algo realmente complicado, me quedaría con el Blessed de entre todos ellos, de la misma manera que es innegable la incalculable influencia que ha significado el disco para infinidad de bandas de death metal, tanto actuales como de la época, demostrando que sigue teniendo una vigencia y un espíritu atemporal indestructibles.
Compuesto desde una visión totalmente opuesta a la de su debut, tanto en el plano del sonido como en el de la composición, Trey Azethgoth y David Vincent dieron al traste con su explosiva mezcla de death metal satánico ultra técnico y con el acelerador pisado al máximo, aquí aún más oscuro, pesado y lividinoso que en el Altars, introduciendo todo tipo de cambios de tempo incluso llegando a rozar las sonoridades del doom con patrones claramente traídos del estilo. Por otra parte otro de los grandes logros del disco es la impagable creatividad de un Trey dispuesto a darlo todo qué nos soprende con un arsenal de interludios instrumentales provenientes de una composición claramente clásica dejando atónito al personal. Blessed Are The Sick es un disco que suena como si se hubieran metido en el agujero cavernoso más profundo de la tierra para servir de banda sonora a los cientos de almas en pena que vagan por esos caminos frecuentados sólo por los más osados, caminos que llevan al mismísimo infierno.
All Hail The Sick!!!
All Hail The Sick!!!
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