viernes, 27 de enero de 2012

MORBID ANGEL (1993) Covenant


Empiezan a caer en mis manos discos más que interesantes, lo nuevo de Mark Lanegan en solitario después de 8 largos años, el esperado debut de la controvertida Lana Del Rey o lo nuevo de los doomsters por excelencia Swallow The Sun, discos qué por ahora se van cocinando a fuego lento y de los qué, posiblemente, daré buena cuenta en este humilde rincón, mientras no nos corten la cabeza, pero que mientras tanto vamos a seguir con los clásicos incontestables de la historia del death metal, y más concretamente, de la de los imprescindibles Morbid Angel.


Decidido a comentar las basta discografía de los de Florida, como ya adevertí en su momento, hoy nos metemos de lleno en el que fue el tercer disco de estudio de la banda de Trey Azagthoth, el cual goza del irrelevante título ser uno de los discos de death metal, si no el que más, más rentabilizado de toda la historia llegando a contabilizarse hasta 125.000 copias vendidas solamente en los States. Covenant fue sin duda el disco más vendido de Morbid Angel,¿o fue el Blessed?, pero también fue el disco de contenido más blasfemo y satánico hasta el momento fruto de unas líricas selladas con sangre y fuego por un David Vincent sumergido a conciencia en un trance satánico-inspiratorio irrepetible.


Olvidándose casi por completo del estilo lento y pesado que marcaba en ocasiones su anterior Blessed Are The Sick, de la misma manera qué se olvidaron también de los interludios de corte clásico y siniestro que se alternaban entre los temas, éste Covenant vio reducida forzosamente su formación inicial de cuarteto a la de la de trío después del abandono de Brunelle como segundo guitarra. Dato que acabó por pasarle factura a la intrincada maraña de guitarras marca de la casa que tenían los Morbid hasta el momento simplificando notablemente su fórmula sin qué por ello se viese deteriorada,evidentemente, la calidad de un Trey llevando todo el peso del disco a lomos de su incansable e incesante guitarra poseída por mil demonios.


Sellado por la entonces importante Giant Records el disco se benefició considerablemente de un presupuesto mucho más elevado de lo normal para su grabación obteniendo el qué es, sin duda alguna, el disco con la mejor producción de todos los que han facturado los Morbid Angel en toda su historia, suelen producirse ellos mismos todos los discos. Y cuando digo mejor no me refiero a la más acertada, que podría serlo para unos y para otros no, si no más bien a lo pulido de su sonido describiendo a la perfección cada línea de guitarra de Trey, cada patrón incontestable de batería del inhumano Pete Sandoval o poniendo frente a tu cara de manera apabullante los berridos guturales de un Vincent simplemente demoníaco. ¿Alguien da más después de una trilogía de esta incontestable calidad?, pues la historia continua...

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