Resucitando a los antiguos indios americanos y sus cánticos ancestrales se despidieron del gran público los inclasificables Tomahawk hasta que ahora, 5 años después de aquello, nos vuelven a cortar las cabezas con esa típica arma india llamada Tomahawk. Con la indispensable inclusión al bajo de Trevor Dunn (Mr. Bungle), y completando la banda con el inconfundible trío formado por Patton, Steiner y Denison, aquí están los Oddfellows, tipos raros donde los haya, pero con una química imparable cuando se juntan.
Haciendo un claro ejercicio de regresión, no siempre es malo y menos en este caso, los Tomahawk han decidido retomar su camino justo donde acabó su debut, ni más ni menos. Si entre ese disco autotilado del 2001 y este Oddfellows del 2013 me dicen que no ha habido nada, me lo creo. Dejando a un lado los viajes astrales en el tiempo y en el espacio, nos encontramos con un disco que, por ahora, se lleva la palma dentro de su discografía como el más accesible hasta la fecha.
Patton vuelve a jugar con los efectos de voz, tanto con los artificiales como con los naturales suyos propios, pero hay que decir que, para mi alegría, tira mucho más de voz natural, si es que la suya lo es, que de los sintetizadores de voz que utiliza en varios de sus proyectos. La extraña conjunción entre la rara entidad vocal y la histriónica personalidad de Patton vuelve a casar a la perfección con una banda que, aún haciendo composiciones reconocibles, nada ni nadie se puede comparar con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario