Lo siguientes en asomar sus humildes cabezas en este 2013 son el trío de Hoboken Yo La Tengo. Después del pepinazo facturado por los The Bronx, un disco muy melódico pero muy potente, ahora nos llega este Fade, el cual ha pisado las calles este 15 de Enero, con el que vuelven a demostrar su soltura, su majestuosidad y su inconstestable calidad, como vienen haciendo desde mediados de los 80.
Fade es el treceavo disco de los Yo La Tengo y, como ha ido ocurriendo en sus últimas entregas, la distensión de la distorsión ha dado paso a un clasicismo abrumador que los posisciona como una banda única y con una trayectoria tan válida como valiosa. No por ser una banda de la vieja escuela se han quedado anclados, ni en su sonido ni en su estilo, abriéndose a nuevas emociones y navegando cada vez más lejos de sus propios límites, dato que les honra.
Un disco de sublime factura, apoyado en arreglos deliciosos de trompetas y violines, y que de nuevo vuelve a jugar con las voces, de ella y de él, para alternarse el protagonismo y de esa manera darle un punto extra a la, ya de por si, variedad estilística que practica el trío en este precioso Fade. La cosa va muy bien por el momento, 2 de 2.
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