Si bien es cierto que después de dos discos exponencialmente enormes, su debut del 2011 llamado Dawnbreaker y su continuación del año pasado de nombre No Holier Temple, que los finlandeses Hexvessel nos entregen ahora un Ep de no más de 35 minutos sabe realmente a poco, poquísimo, pero es que esto lo tenemos que entender simplemente como el suplemento ideal del No Holier Temple y no como un nuevo disco. Pero contando que hasta el momento han ido a disco largo por año, quizás antes de de lo que pensamos tendremos a los Hexvessel de vuelta con un nuevo trabajo largo bien cocinado.
Lo que nos vamos a encontrar en estas cinco composiciones no son, ni mucho menos, descartes de su anterior disco, y si lo son madre mía que alboroto, sino unos temas tan sinceros, trabajados y de peso como los de cualquiera de sus dos discos anteriores. Quizás algo más tripados que de costumbre, el comienzo del disco se inagura con la incomensurablemente bella y siniestra Masks Of The Universe que sobrepasa los doce minutos con creces. Además me ha volado la cabeza esa versión del tema de Yoko Ono Woman Of Salem, no tengo presente la original, pero la de Hexvessel es una maravilla de las gordas.
Folk psicodélico envuelto en una oscurantista y cremosa atmósfera en la que las voces dulces y sugerentes nos acompañan en un camino repleto de texturas y rincones tan oscuros como agradables. Su manera de gestionar los arreglos con las trompetas y los violines siempre ha supuesto un plus para mi sumisión, pero esta vez creo que han conseguido penetrar en mi algo aún más. Imperdonable no conocer a estos auténticos deudores del folk pscodélico de los 60 y los 70, la era Woodstock los ha dejado marcados a fuego, y más si lo tuyo tiene que ver con la vertiente oculta y pagana que tan bien le sienta a las bandas europeas.
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