De un género como el industrial, de capa caída hace ya unos cuantos años, poco se puede esperar, pero si todavía podemos confiar en alguien para que acabe de salvar el estilo, o de dilapidarlo definiticamente, es en algunos de los que hicieron realmente grande esto del industrial. Por una parte, este año ha editado disco Trent Reznor con sus reconfigurados NIN, un disco que, para decir la verdad, dista muchísimo de lo que se espera o deberían ofrecer una banda como los Nine Inch Nails, y por otra parte, tenemos a los resucitados Ministry de Al Jourgenssen con el que, de nuevo, se vuelve a anunciar como el cese de la banda.
Con una reunión que los llevó de gira a gran escala en el 2011, de la cual salió el anterior Relapse del 2012 que pasó sin pena ni gloria ya que el disco se encontraba entre lo más flojo que había editado el combo, y el anuncio nuevamente del cese de la banda una vez editado su treaceavo trabajo de estudio, parece que los MInistry están metidos en un círculo vicioso. La idas venidas en esta ocasión están propiciadas por la muerte de Mike Scaccia, guitarrista de la banda desde hace años que murió de un ataque al corazón poco después de grabar sus partes en este impresionante From Beer To Eternity.
La cosa pinta bien desde un principio. Nada más ver la portada ya podemos comprobar que Al ha recuperado su mojo para escoger los diseños de la banda, recuperando el logo pertinente y con un art-work de lo más enfermizo. No vamos a decir que los Ministry han vuelto a convertirse en la banda que los encumbró como amos del estilo, pero lo que es innegable es que el disco es muy sólido, variado y suena a Ministry por los cuatro costados, ¿se les puede pedir más a estas alturas?. Ministry 1 NIN 0.
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