Justo el Viernes pasado lo estaba comentando en un concierto con un colega. El metalcore, tal y como lo conocemos hoy en día, se ha convertido en uno de los estilos más cansinos, aburridos, predecibles y patronados de los habidos en la actualidad. Puede que cuando todo comenzó, y me refiero a lo que hacían Agnostic Front o Cro-Mags en su día, a lo que continuaron Earth Crisis o a lo que depuraron los Hatebreed o Strife, todo fuera nuevo exictante y original, pero cuando llegó la segunda oleada, capitaneada por los ineludibles Killswitch Engage, la cosa empezó a caer como un castillo de naipes y el estilo se pobló de bandas insulsas, sin alma, y con muy poco que decir más que convirterse en una copia constante de un estilo hastiado de si mismo, acomodado a las ventas y con ninguna banda con ganas de arriesgar.
Dentro de ese aburridísimo estilo, hay un par de bandas a las que todavía tolero, y ya no por que innoven, que de eso seguro que no sufre el estilo, sino más bien por su impecable calidad y su incesante capacidad para sacar discos más que resultones dentro del mallamado metalcore, algo que sorprende enormemente. En este caso nos toca vernos las caras con los de Tim Lambesis, una eminencia en el estilo. As I Lay Dying tienen nuevo disco en la calle y se llama Awekened.
Más de lo mismo, por supuesto, no cabía esperar nada nuevo, pero, como siempre, cumplen de órdago bordando los temas como nadie. Esos imponentes breakdowns, esos riffs machacones, esa variedad entre velociad y pesadez tan bien alternada, y como no, esos estribillos ultra melódico-chiclosos que tanto daño han hecho en la última década al estilo suenan a pura gloria en las manos adecuadas, o en las voces, jejeje.
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