Me pasa amenudo, cuando una banda o artista se convierte en un hype demasiado rápido y encima la congregación indie internacional lo aclama com o el nuevo Mesías de la escena, no tardo nada en salir corriendo despavorido. Ahora que la escena y los aires se han calmado un poco a su alrededor, como suele ocurrir la gente ya ha cambiado su punto de mira y ya no es el nuevo niño bonito de la escena, parece que mi interés por él ha emepzado a crecer exponencialmente a medida que para el resto empieza a decrecer.
Mala es un discazo, no sé lo demás por que todavía no me he puesto a retroceder en el tiempo, pero este latino nacido en Caracas y criado en USA es un artista como la copa de un pino. Combinando a la perfección, como viene haciendo desde siempre, su pasión por la pintura y por la experimentación sonora a través del pop, Mala es un jugoso collage de emociones y variaciones musicales que se nutren de una instrumentación sencilla y minimalista, en ocasiones acústica incluso, que convierten sus composiciones en delicadas perlas de un brillo mate excepcional.
Da igual que se decida por una vertiente o por otra, ya sea el electro ochentero, el pop de aires clásicos, el indie más experimental o el folk espacioso, Devendra se deselvuelve como pez en el agua en todos los ambientes que decide habitar con su sugenrete voz y sus deliciosas composiciones. Habrá que indagar más en la historia musical de este hombre, pero Mala me ha convencido al 100%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario