lunes, 18 de marzo de 2013

SUEDE (2013) Bloodspots

 

Diamentralmente opuesto a lo que me ha pasado con el Amok de los Atoms For Peace lo último de Suede, ¿alguien se acuerda todavía de ellos, me ha parecido frío y flojo en las primeras escuchas y muy disfrutable y adictivo en las posteriores creciendo por momentos mi interés en una banda en la que, tengo que admitirlo, había perdido toda esperanza. Sobretodo cuando piensas en que su momento y su lugar en la historia del brit pop llegó a su fin hace más de 10 años. 

 

Brett Anderson y los suyos nunca han conseguido el éxito por separado que consiguieron a principios de la década de los 90 con aquellos seminales y ya míticos álbums como su autotitulado del 93 o ese incomensurable Dog Man Star que los consagró como un de las cabezas visibles del movimiento un peldaño por debajo de Oasis, Blur y Pulp que eran los veraderos reyes del brit de la época.

 

Quizás por la poca confianza que le tenía al disco o por la poca falta que hacía en estos momentos un disco de regreso de los Suede, este Bloodsports me ha parecido de lo más disfrutable y sincero. Retomando con convicción el sonido que los emcumbró y recuperando a un Brett Anderson que se encuentra pletórico en las tareas vocales, no vamos a decir que estamos ante el mejor disco de Suede, ya que eso es imposible, pero si que podemos decir que este Blodsports no desentona para nada en la impecable discografía de la banda inglesa.

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