Un par de años después de aquel sonado Ep que sacaron, el power trío metálico más indefinido de Kentucky vuelve a la carga con el que, para mi, es su mejor largo hasta la fecha. Si desde un principio ya encontrábamos inclasificables sus discos, su particular amalgama de stoner, sludge, rock, hardcore, punk y metal se convertie en una misión imposible a la hora de colgarles una etiqueta o afincarlos en una escena, tenemos que añadirle a la poderosa mezcla una reciente actitud post-punk que les ha hecho crecer enteros.
Con unas texturas mucho más agradables y orgánicas y con un mayor fondo melódico este Sister Faith se posiciona como una de los discos más sorpresivos del año. Puede que para cualquiera que no los haya escuchado mucho, el cambio tampoco sea demasiado sustancial, pero si te has rayado a conciencia la oscuridad que respiran sus discos anteriores puede que encontréis un punto de luz inaudito en el combo hasta la fecha.
Sister Faith es desde ya uno de los mejores discos de rock del año, fuera etiquetas, y, sin lugar a dudas, el acto en estudio más completo y accesible de Coliseum hasta el momento. Puede que algunos los tachen de vendidos, ya me huelo la historia, pero si todos los grupos que se venden tiene que subir en calidad tanto como lo han hecho ellos, por mi que se venda hasta Darkthrone si hace falta, jejeje.
Sister Faith es desde ya uno de los mejores discos de rock del año, fuera etiquetas, y, sin lugar a dudas, el acto en estudio más completo y accesible de Coliseum hasta el momento. Puede que algunos los tachen de vendidos, ya me huelo la historia, pero si todos los grupos que se venden tiene que subir en calidad tanto como lo han hecho ellos, por mi que se venda hasta Darkthrone si hace falta, jejeje.
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