jueves, 30 de mayo de 2013

TOSCA (2013) Odean


 

Después de un fin de semana de lo más placentero y una vuelta al curro de lo más turbulenta, necesito de horas de relajación musical para evadirme al máximo de los malos rollos. Y qué mejor medicina para ello que la que pueden ofrecerme el dúo electrónico Tosca. Lo de Richard Dorfmeister y Rupert Huber es el secreto mejor guardado de la electrónica más minimalista y emocional de los últimos 15 años. Sus orígenes se romontan al final de la década de los 90, época en la que el downtempo, el lounge y el chill-out estaban en la cresta de la ola y bandas como Thievery Corporation, Terranova, Jazzanova o AIM obtenían un triunfo inmediato dentro de la escena sin demasiado esfuerzo.

 

Esos tiempos pasaron a mejor vida, y la mayoría de las bandas del estilo también, pero Tosca, siendo también de los últimos proyectos del género que vio la luz, sigue activo y defendiéndolo como nadie. Han quedado como los que mejor partido y más jugo han sabido sacarle al tema, y como los adalides de un estilo del que ya nadie se cuerda, si es que alguna vez tuvo una repercusión más allá de la propia escena. En su Suiza natal son héroes que llenan teatros y auditorios colgando el sold-out en cada actuación y en el resto de Europa, tampoco se quedan cortos, una pena que para verlos por aquí solamente sirvan mis sueños.

 

Su calidad, clase y sofisticación les preceden, no hay nadie como ellos para escoger los vocalistas perfectos en cada caso para vestir muy acertadamente los exquisitos paisajes musicales que construyen Dorfmeister y Huber con sus sintetizadores. Una maravilla musical única, capaz de llevarte a un plano emocional al que pocos son capaces de acceder tan sólo con la música, aunque ayudados de algún psicotrópico posiblemente la experiencia sea aún más placentera si cabe.

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