Hay veces en las que un disco llama tu atención simplemente por el nombre del mismo o el de la propia banda, algo se enciende en tu interior cuándo encuentras una banda con un nombre que te gusta, ya sea por su oscuro significado o simplemente porqué te parece el nombre perfecto para una banda, pues bien, con ésto en mente no podía dejar pasar la oportunidad de escuchar ésta banda noruega de nombre tan castizo como es Gazpacho. Sin demasiada información sobre ellos y sin tener absolutamente ni idea de lo que me iba a echar encima me he quedado de pasta de boniato con la aplastante calidad y grandilocuencia mostrada por ésta impresionante banda de nombre casi cómico para nosotros y exótico para ellos, je je je.
Una vez he sido engullido por ésta titánica obra de inconmensurables proporciones me he decidido a indagar algo más sobre ellos ya que después de bajármelos de un blog llamado DiosesDelMetal y no tener absolutamente nada que ver con el metal (al ser noruegos y estar en un blog de metal me habría esperado cualquier cosa menos esto) he descubierto que éste es nada menos que el sexto disco de estudio de la banda y que llevan desde principios de la década facturando discos sin hacer demasiado ruido en los circuitos oficiales pero cosechando infinidad de buenas críticas y adeptos gracias a su opción de tratar de mantener todos los procesos de creación, producción, distribución y promoción desde el propio seno de la banda utilizando el boca a boca y la basta red para su exposición internacional, todo una acierto cuándo tu meta no es liderara las listas de ventas sino esparcir por el mundo tu personal visión de la música.
Y para intentar explicar los que os vais a encontrar en éste Missa Atropos os diré que es un disco conceptual que gira alrededor de una historia inspirada en una de las Moirae (diosas del destino de la mitología griega) y que su música es capaz de transportarte a escenarios completamente abiertos y oxigenados, lejos del mundanal ruido de la ciudad, dónde poder escapar de toda la presión y stress de nuestra vida cotidiana, algo así como la perfecta válvula de escape sonora para un duro día en el curro, te pones ésto al llegar a tu casa y te sientes más vivo que nunca y con unas ganas inmensas de comerte el mundo, épica y delicadeza se aunan en uno de los discos más sorprendentes que he escuchado en lo que llevamos de año. Por ponerle una etiqueta diré que la que mejor les queda es la de rock progresivo aunque para nada les hace la justicia merecida, Gazpacho son capaces de crear espacios, mundos e incluso universos gracias a sus impecables melodías y sus apacibles ambientes, solamente una palabra más... Impresionantes!!!.
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