Y para continuar con esa Semana Siniestra prometida y para cambiar ni que sea de estilo dentro de la brutalidad hoy vengo con el que hace 8 en la cuenta de discos de estudio que lleva ésta veteranísima banda de death metal venidos desde Nueva York. El redondo ya tiene algo de tiempo, lleva en las tiendas desde Marzo, pero al enterarme que venían junto a Napalm Death el próximo 16 de Noviembre en sala Estraperlo de Badalona la escucha era obligada. Sin tener ninguna noción de lo que me iba a encontrar, nunca me había decidido a escucharlos, me he visto desbordado por el monstruoso caos que provocan llegando por momentos a rallar el brutal, sus guturales extremadamente graves e indescifrables y esa desmedida pasión por lo mórbido y siniestro han hecho que en un principio se me atragantaran bastante y no ha sido hasta la tercera o incluso cuarta escucha que he empezado a saborar realmente sus temas, hay veces en las que hay que darle unas cuantas oportunidades a un disco para cogerle realmente el pulso y éste es uno de ellos.
Dotados de una técnica apabullante y unos cambios de ritmo que son el alma de los temas he acabado indefenso ante ésta poderosa hydra de 4 cabezas formada por Ross Dolan al bajo y vocales, Robert Vigna y Bill Taylor a las guitarras y Steve Shalaty a la batería, un monstruo capaz de deborarte vivo no sin antes darte una paliza de la que no podrás levantarte. Su aplastante sonido, maquinado por el desconocido Paul Orifino, hará las delicias de los fanáticos de la vertiente más extrema del death, quizás el único pero que se le pueda poner al disco sea que el registro vocal utilizado por Ross, aunque sobradamente brutísimo, peca de linealidad sin variar ni un ápice sus guturales de ultra tumba.
La precisión absoluta de su batería aumenta la sensación caótica hasta límites insospechados que sumado a los impolutos riffs de las afiladas guitarras y unos solos que dan miedo al oírlos la banda funciona como un único y aplastante bloque de acero templado capaz de derruir cualquier formación que se crea con la suficiente valentía como enfrentarlos. Continuaremos con la Semana Siniestra aunque veo difícil superar ésto la verdad, por lo menos si nos ceñimos al adjetivo siniestro como tal a éstos no hay quién los supere, je je je. Queda pendiente hacer un examen a conciencia de su discografía pasada, no tengo perdón de Satán...
He leído comentarios encontrados de este disco. Hay quién dice que hay demasiados cambios, pero como también hay mucha gente que siempre ha culpado a Immolation de autoplagio, pues quizá merezca una oportunidad al menos. Lo que sí está claro es que si no conoces ninguno de sus discos, "Dawn of possesion" es de obligado paso. Un clásico del Death del 90, del que ya no se hace. No se puede decir que todo lo posterior haya conseguido un efecto peor, pero lo cierto es que más allá de ese efecto opaco y grueso de su sonido, han andado un poco escasos de inspiración.
ResponderEliminarEn directo las vez que les he visyto, mejor que Napalm Death. Aunque lo de estos puede ser una lotería; si les falla el sonido, ¡agarra la pasta y corre!
Pues la verdad es que los dejé algo apartados tras escuchar el disco, les daremos caña a ver. Ah, por cierto, el último de Swashbucle me ha dejado boquiabierto...
ResponderEliminarEstá claro que no es de sus mejores discos, y que se hace harto diícil asimilarlo (de las varias escuchas que le he dado ya, aún se me atraganta a veces), pero no hay que negar la maestría de esta gente y la oscuridad que atesora a su sonido, sólo desafiado por sus compatriotas Incantation.
ResponderEliminarQuizás necesite afinar un poco más las escuchas para digerirlo del todo.
Un saludo de nuevo.