Siento empezar la semana de una manera tan radical y contundente pero después de un fin de semana en el que no he parado de escuchar a los Weezer y a los Biffy Clyro me gustaría hacer un inciso entre tanto buen rollito y postear uno de los discos más oscuros y siniestros que he escuchado en lo que va de año. Otargos son unos blackers franceses de la ciudad de Burdeos a los que les tengo echado el ojo desde el 2007 cuando nos entregaron el más que interesante Kinetic Zero, con el que llamaron la atención del underground más exigente, y el pasado año confirmaran su sobrada calidad con esa obscena obra llamada Fuck God, Disease Process, una nueva muestra de lo intratable que está la escena francesa en cuanto a metal extremo se refiere.
Curioso título para un disco de black metal, aunque viniendo de una banda que incluye en sus letras algo tan ajeno a la escena como es la física cuántica tal aseveración cobra cierto sentido. Su mezcla coge toda la rabia, el odio y la visceralidad de especie humana y la pasa por una auténtica trituradora de emociones que lo convierte todo en una oscuridad de refinada calidad. El disco sigue una línea bastante marcada en cuanto a tempo se refiere, con una velocidad considerable y una violencia sonora destacable, los temazos se van sucediendo a razón unos 4 minutos de media por tema sin dejar descanso al oyente salvo en ciertos momentos que rompen esa imparable destrucción capaz de arrasarlo todo a su paso para sumergirse en aguas pantanosas y estancadas para volver a salir de ellas como encolerizados guerreros nuevamente preparados para la aniquilación total, como en la opresiva instrumental I, Flesh Of God que da paso a la infernalmente rápida Origin.
Hay dos temas en el disco que se salen completamente del minutaje estipulado por el resto, una es la impresionante Cuius Vis Hominis Est Errare que pasa de los 10 minutos y la otra es la final The Hulk Of Conviction & Faith que pasa de los 8. Curiosamente estos dos temas son los que más han llamado mi atención por su detallada elaboración, sus impresionantes cambios de ritmo y la versatilidad mostrada por una banda que parece no tener límites en cuanto a técnica y calidad compositiva se refiere, dos auténticas maravillas de las artes más oscuras, je je je.
Os dejo que los disfrutéis que la cosa tiene jugo para rato...inagotables.
Me ha pillado totalmente desprevenido. Menuda sorpresa, que no te sienta mal empezar asi la semana que yo te lo agradezco. El anterior Fuck God.. es la hostia y no espero menos de este.
ResponderEliminarMuy grande men, como siempre!
Joder, qué cosa más oscura. Tiene bastante influencia de los Gorgoroth del Incipit Satan, y también del Death Metal. La verdad es que esto es redondo, los Otargos los conocía de nombre y de alguna portada, pero nunca de profundizar en ellos... hasta ahora. Estos cambios de rumbo siempre serán bien agradecidos por un servidor.
ResponderEliminarUn saludo.