Durante esta semana y a raíz de la doliente entrada de ayer voy a intentar dedicar la semana a las féminas, hoy le toca el turno a esta cantautora de Memphis activa musicalmetne desde principios de los 90 y actuando con su proyecto en solitario desde mediados de la década pasada toca deleitarnos con su tercer disco de estudio llamado convenientemente Stranger Me dónde la artista consigue administrar sus variadas influencias de una manera mucho más ordenada y concreta creando una personalidad y un sonido en particular para cada composición.
Asociada siempre, como es normal, a la creciente escena americana del neo-folk y el country contemporáneo Stranger Me tiene mucho más que ofrecer que un simple y jugoso disco de country al uso envolviéndo las composiciones con ese halo de peligrosaidad que promueven los outlaws de las raíces más puramente americanas con añadidos del rock, del indie, el blues y del pop con un acierto apoteósico resultando un disco que poco a poco se está haciendo un merecido hueco entre los mejores del año.
Con una voz que me recuerda irremediablemente a mi amada Kristin Hersh de los Throwing Muses su personal e intrasferible estilo queda marcado a golpe de contrabajo en cada uno de los temas explotando espectacularmente su habilidad con el instrumento por el cual se hizo conocida en sus principios. Una delicada y a la vez lúgubre obra capaz de ofrecerte momentos tan reconfortantes como melancólicos con una facilidad pasmosa.
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