Y para finalizar una grandiosa semana plagada de sonidos extremos de toda índole, supongo que la semana que viene continuaré dada la enorme traca que todavía me queda en la recámara, hoy vengo con el que también es otro de mis discos más esperados para este año. Después de deleitarnos con el titánico disco autotitulado que nos sirvieron en bandeja en el 2009 tanto yo como los círculos más exquisitos del stoner/doom en su vertiente más clásica y ortodoxa esperábamos como agua de Mayo este sorprendentemente despiadado Stormbringer, del que por su portada mucho podemos deducir de su contenido.
Desplegando sus armas exactamente de la misma manera que anteriormente han conservado la posición pero no el arma. Me explico, cuando anteriormente se valían de espadas y cuchillos ahora se sirven de hachas y mandobles, defienden el mismo reino eso seguro pero han embrutecido tanto su forma de ejecutar como su contenido. Su disco autotitulado tenía incluso un punto esperanzador y iluminoso y en cambio este Stormbringer es exactamente eso un imán de tormentas, oscuridad y maldad.
Tormentas sonoras capaces de derribar las torres más altas y robustas. Redireccionando su música hacia terrenos aún más cavernosos y oscuros está claro que las coordenadas del stoner/doom que marcan a fuego sus canciones no se ha visto alterado ni un ápice en estilo pero si en su forma y les da todavía un voto más de confianza.
Todavía no me queda claro si es nuevo disco o un recopilatorio, porque por ahí veo par de temas que ya tenían en otros trabajos suyos. No sé... algo no me cuadra.
ResponderEliminarUn saludo.