Después de 40 años en el negocio, que se dice pronto, y de finalizar una gira internacional que dejó a medio mundo, los que fueron capaces de pagar los 120 euros que demandaba su peculiar espectáculo, extasiados con su irreperible y metamórfico directo, del que salió su consecuente discazo en vivo el cual ya comentamos por aquí en su debido momento, ha llegado el momento de plantarnos ante el, ya he perdido la cuenta pero irá por el 20 más o menos, impredecible nuevo disco de este tenebroso y callejero poeta urbano llamado Tom Waits del que llevábamos esperando material nuevo 7 largos años desde que se metió por última vez en el estudio con aquél ya muy lejano Real Gone del 2004.
Bad As Me recupera audiblemente a ese magistral trovador de las calles que refleja con sus circenses y melodiosas tonadillas su peculiar manera de ver el mundo en el que de nuevo nos volvemos a encontrar con las sonrosantes criaturas de la noche entre las que tan bien se siente este irrepetible artista y que tan bien dibujan sus canciones a ritmo de blues circense por definirlo de alguna manera. De manera tajante y categórica tengo que decir que no me encontraba con un Tom Waits tan inspirado, accesible y desbordante de ideas desde los tiempos del Bone Machine (92).
Compuesto mano a mano jutno a su inseprable mujer, y compañera de fatigas desde principios de los 80, Kathleen Brennan quién siempre ha jugado su papel a la sombra del incomensurable nombre de su marido pero llegados a este punto estoy seguro que ella es tan responsable, o más en según que casos, de algunas de estas dulces ensoñaciones que ocupan este prácticamente perfecto Bad As Me como el propio Tom Waits. 45 minutos repartidos en un total de 13 temas en los que poder disfrutar de un Tom Waits absolutamente pletórico e insuperable demostrando que su estilo, uno que solamente él puede practicar, morirá el día que su cuerpo diga basta, hasta entonces...Larga Vida Al Puto Rey!!!
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