Remasterizar un clásico, más cuando no le hace falta, ya suele ser motivo de lapidación por parte de los fans más puristas del género, pero si encima se te ocurre regrabarlo la cosa no es menos que un sacrilegio insalvable de la quema en contra de los blackers más radicales e intransigentes. Vaya por delante que lo mío con los Gorogoroth es una enfermadad incurable y que todas sus encarnaciones, con todos su incontables cambios de formación, me han parecido irrepetibles e insuperables en cada uno de sus momentos, he de admitir que regrabar el que podría ser considerado su mayor logro en toda su historia con prácticamente la misma formación que lo hizo en 1997, obviando la categoría de clásico de culto que ha adquirido ese insuperable Under The Sign of Hell con los años, poco interés había levantado en mi dicha inutilidad en forma de disco.
Con Infernus a la cabeza encargándose del destructivo bajo y las infecciosas guitarras, Pest a las pútridas vocales y el mastodonte de los parches Tomas Asklund a la batería esa máquina infernal llamada Gorgoroth se volvía a poner a merced del Maligno para esputar una infame "nueva" obra sobre la faz de la tierra, esta vez para intentar repetir hazañas pasadas, siginifcando este su segundo disco después de la pugna legal por conservar el nombre de la banda y despegarse del todo de su anterior vocalista, salido del armario, Gaahl.
Y la pregunta es... ¿ha servido de algo el esfuerzo?, pues bien, contando que estamos ante un disco algo más corto que el original, el cual ya duraba tan sólo 32 minutos, hay que admitir que poco hemos ganado, menos aún quitándole ese mosntruoso interludio llamado Postludium, eso por delante. Lo que si hay que decir del malo de Infernus es que su revisión bien vale unas cuantas escuchas para corroborar una vez más que la útima encarnación de Gorgoroth es tan válida como cualquier otra, sinó más, y que su reinado de poder, muy compartido de acuerdo, en el black metal actual está muy lejos de acabarse.
He decidido poneros las dos versiones del disco para que vosotros mismos seásis capaces de valorar la arriesgada apuesta de Infernus. El día 17 de Diciembre estarán en la sala Mephisto de Barcelona junto a los imperdibles Vader, espero poder organizármelo para asistir ya que es una oportunidad única de poder ver a dos de los pesos pesados del metal extremo de la old school.
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