Este 2011, al que en pocos días llegamos a su fin, ha sido un año plagado de emociones positivas y alegrías musicales, una dolencia que empezó a afectarme a finales del pasado 2010 y que ha ido en creciente aumento a lo largo de este año, convirtiéndose prácticamente en una constante, resultando en una interminable lista de discos con la que lidiar en el apartado positivo, algo que me está consumiendo más horas de las previstas, y, por consiguiente, una muy acotada lista de discos en el apartado negativo. Suele ser algo que me ocurre cuando están finalizando los años, me llego a saturar de tanto positivismo, o negativismo segíun el año, dándole un giro de 180 grados a mis coordenadas musicales para no aburrirme.
El problema de este cambio de rumbo que sufro a finales de año, el de éste año ya ha comenzado, es que no es hasta finales del siguiente cuando hago un recuento exaustivo de lo apartado o deshechado, no por malo sino por no ser el momento idóneo para mi, que me doy cuenta verdaderamente de lo que me he perdido. Pues bien, haciendo el nombrado recuento de este año me he encontrado con dos discazos del lado oscuro que había obviado erróneamente, a lo que por suerte ya he puesto remedio, y que por supuesto merecían un lugar de honor en éste plural rincón al que todavía le quedan unos cuantos infiernos por los que pasear antes de empezar el siguiente año, jejeje.
El primero que dejé pasar fue el ya comentado Celestial Lineage de los hermanos bosquimanos Weaver, un disco que sigue creciendo en mi interior y que parece no tener límites, y el segundo es éste Doom Of The Occult de los germanos Necros Christos, un discarral al que dejé de lado por la variedad de estilos opuestos a los que hacían referencia sus complejas composciones, contándose hasta 23 en su tracklist, desconcertándome totalmente en sus primeras escuchas. Nos encontramos ante una monumental obra de ocultismo a la que hay que ponerle los cinco sentidos para deshojarla con paciencia y esmero.
Una vez desenpolvada mi toga negra, puesta mi siniestra capucha y adoptada mi posición de adorador de lo oculto, es muy importante ponerse en situación para enfrentarse al oscuro viaje que representa este Doom Of The Occult, he penetrado en sus cavernosas catacumbas como un acólito más encontrándome en un lugar oscuro y sombrío en el que he sucumbido a sus diversos placeres trascendentales a la vez que invocando antiguos demonios ancestrales a través de toda una retalía de sacrificios que comprenden desde deseamparados animalitos hasta ingénuas vírgenes bien dotadas en una orgía de death, doom, sonidos orientales y odas eclesiásticas basadas en ritulaes ocultistas que nos sirven de inspiradores aliados para tan desquiciado y descorazonador viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario