viernes, 9 de diciembre de 2011

HENRIC DE LA COUR (2011) Henric De La Cour


Hoy cambiamos radicalmente de rumbo y fijamos nuestras coordenadas en el debut en solitario de este artista sueco al que hasta el momento de escuchar este sugerente primer esfuerzo autitulado no tenía para nada controlado. Echando la vista atrás en la carrera de Henric De La Cour, y por supuesto gracias a la grandiosa red de redes por la que circula ese flujo de información infinito, he podido averiguar que sus principios en el negocio se remontan a la década de los 90 cuando formó un cojunto bajo el nombre de Yvonne, con los que firmó 4 discos, para luego hacer lo propio en la pasada década comandando el combo Strip Music hasta finales de la misma que decidió emprender su carrera en solitario.


Os he puesto en antecedentes para que sepáis que aunque estemos hablando de su debut lo de este extraño personaje ya viene de lejos, y digo extraño por qué la estética que gasta el sueco es cuanto menos eso, extraña. Siendo lo primero que me atrajo de él al ver su portada su disco poco o nada asusta tal como puede parecer su portada, a algunos por qué posiblemete a otros les dará más bien risa, pero aún componiendo a partir de la melancolía y el pesar el disco está plagado de momentos preciosos y refinados. Aunque por momentos puede estar casi rozando el horterismo sus tonadillas me han cuativado cual adolceste descubriendo el sexo por primera vez, algo desconcertado pero convencido que después de una primera vez complicada las siguientes serán de lo mejorcito.


Deudor sin lugar a dudas de las bandas electro-pop de los 80, como pueden ser los Depeche Mode, y apoyado claramente en una base de sintetizadores de la vieja escuela ochentera el dulce y embriagador registro de Henric juguetea con las texturas y las emociones a la perfección llegando a insuflar vida de manera espectacular a sus sintéticas composiciones aportando el toque orgánico perfecto para disfrutar de su jugosa amalgama de new wave y post-punk aderezado con las gotitas justas y precisas de sonido gótico e insdustrial. Una delicatessen electrónica de las gordas del año.

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