Haciéndonos eco de otra de esas incendiarias incorporaciones de última hora al, hasta ahora, festival gafapastero por excelencia, el llamado Primevera Sound de Barcelona, y haciéndole a la vez la merecida justicia a uno de los mejores y más originales discos de black metal que he escuchado durante este prolífico 2011 hoy ocupamos las líneas de las Píldoras con el segundo asalto sonoro de los Liturgy, el trío de Brooklyn más demencial que ha aparecido por esos lares en los últimos años.
Dejando a un lado toda la polémica sobre su hipotético hype, los más puristas y radicales les han colgado la etiqueta de hypster-black metal y en los States directamente les lanzan objetos en los conciertos y los abuchean de lo lindo, y por supuesto obviando los comentarios de su vocalista Hunter Hunt Hendrix sobre la creación de un estilo propio e intransferible autodenominado transcendetal black metal, por que yo soy más chulo que nadie, tengo que admitir que este complicado e iracundo Aesthethica ha supuesto todo un reto para mis oídos consiguiendo hacerme un verdadero adicto a su intrincado y armonioso sonido que me ha tenido durante horas embelesado en sus sucesiones de riffs asesinos y destructivos patrones de batería.
Sobre su batería habría que hacer todo un comentario para el sólo sobre sus incontables habilidades para hacerle la justicia merecida, quién aparte de jugar a la perfección con todos los posibles patrones que recoge del black metal, ya sean blast beats, velocidad extrema o crudeza impasible, ejecutados todos a la perfección, dota a la banda de ese halo indescriptible que los emparenta directamente con la escena math-rock cubriendo su black con infinidad de detalles propios de una técnica inconmensurable y llevando prácticamente todo el peso de las composiones bajo sus incandescentes baquetas.
Largo y tendido os podría hablar de este infame trío adscrito al black metal únicamente por su sonido, la estética que gastan es más bien de indie gafapastero que de blacker enfermizo, pero sin que yo tenga el tiempo para hacerlo ni vosotros la paciencia como para leer todo lo que tengo que decir os invito a que simplemente expermentéis la música de este trío y punto, algo que se puede convertir en todo un reto incluso para el amante regular del black metal más extremo. Murallas de sonido impenetrables, ritmos asincopados que te machacan y te elevan sin tener tiempo a recuperarse, riffs tan afilados que son capaces de cortar el aire, todo aquí es insamente deslicioso.
un puto discazo, digan lo que digan es enorme
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