DO AMOR - H&M Pro 17.00 (5)
Y como el día anterior había salido la cosa redonda con la elección de la banda brasileña en el H&M Pro a primera hora, el Jueves decidí hacer lo mismo, aunque por desgracia, sin la misma suerte. Do Amor es una banda de pop-rock brasileña que utiliza las melodías bailables de las músicas típicas de su país para imprimirle un aire desenfadado y edulcorado a sus composiciones. No es que no les funcionase, había algo de gente en el concierto y casi todos bailando, sino más bien que yo no caso demasiado con ese tipo de ritmos brasileños y por lo tanto me dejaron un poco frío. Aunque he de decir que para empezar el día relajado la cosa no estaba del todo mal, vi el concierto entero. Tan sólo el no salir huyendo, ya es un indicativo positivo.
SYLVIAN ESSO - Heineken 18.00 (9)
Sin tener que desplazarme demasiado me dirigí a probar suerte en el escenario principal del Festival para ver en directo a Sylvian Esso. Un dúo de chico-chica que ha sacó uno de los debuts electrónicos más sonados del pasado año. Para mi es una de las rascadas monumentales del Festival ya que antes de ver el cartel no los conocía de nada. Pues bien, con una puesta en escena de lo más simple, ella al micro y él a la mesa electrónica, lo suyo fue poner a bailar al personal a fuerza de auténticos hitazos de techno resultón, añadiéndole todas las posibilidades habidas y por haber en cuanto a ritmos y sonidos se refiere. Tomando en ocasiones del trip-hop, o incluso del propio hip-hop, pasando por ritmos claramente discotequeteros o toques más electro, su amplio abanico de posibilidades casaba a la perfección con la luminosa y pulida interpretación de su vocalista femenina. Prácticamente a la altura de gente como Beth Gibbons, Björk o Andrea de Wind Atlas. Una maravilla en forma de mini-festival electrónico vitalista y contagioso a más no poder.
FUMAÇA PRETA - Adidas Originals 18.10
Otro de los targets que tenía en el Festival después de hacer la obligada descubierta de grupos en el cartel, eran los brasileños Fumaça Preta, pero he de admitir que por mucho que me tirara su, en principio oscura y difícil propuesta, el techno de Sylvian Esso me agarró por los machos y no me dejó ir hasta que se acabó el concierto. Llegué corriendo al Adidas, de nuevo en la otra punta literalmente, para poder disfrutar del último tema de los Fumaça. Y cual fue mi cara de sorpresa cuando los componentes estaban montando una fiesta de tres pares disfrazados de freaks absolutos, nada que ver con la estética oscura y siniestra de su portada, y liándole padre con los canturreos con el público. De acuerdo, una fiesta en toda regla, de eso no hay duda, pero menos mal que me quedé en Sylvian Esso porqué así casi ni me di cuenta de la decepción con los Fumaça. Pero pensando en ello, me pareció del todo desacertado la transformación en actitud festiva que le dieron al directo y a los temas, al menos en el último, en comparación a lo oscuro y siniestro que suena su debut. Bajo mi punto de vista uno de los más originales del pasado año. No los voy a puntuar ya que no sería justo habiendo visto tan solo un tema.
EX HEX - Pitchfork 19.00 (6)
Acto seguido y al lado mismo del Adidas, nos desplazamos para ver el asalto en directo del power-pop ramoniano de las Ex Hex, que sin ser nada del otro mundo, cumplió de sobras con las expectativas que se puede tener de un grupo de chicas jóvenes dedicadas al punk-rock chicletero. Un divertimento sin pretensiones que servía de calentamiento perfecto para continuar con el concierto de los míticos The New Pornographers en el ATP, también muy cerca del Pitchfork, a las 19.30 de la tarde. De pop a pop y tiro por que me toca. Alguna mejora en el sonido y en las voces no hubiera estado de más, pero que le vas a pedir al punk rock.
THE NEW PORNOGRAPHERS - ATP 19.30 (7)
Sin demasiadas pretensiones he de decir que el concierto, o al menos los 25 mintos que vi yo, de los The New Pornographers fue absolutamente impecable. Luminoso, vitalista, grandilocuente, efectivo, desbordante de calidad y con unas habilidades para el pop fuera de toda duda. Una maravilla impoluta e impecable, engrasados a la perfección y sonando como los jefazos que son. Una batería de hits incontestable capaces de poner a prácticamente todos los asistentes al concierto a corear sus estribillos como si no hubiera un mañana. Tan deliciosos y explosivos como el Peta Zetas.
PATTI SMITH & BAND Perform "Horses" - Heineken 20.00 (8)
Pero lo de Patti Smith no lo podía dejar escapar. Eso significaba salir corriendo de nuevo a la otra punta del Festival, pero valdría de sobras la pena. A Patti Smith le tengo un respeto enorme por ser una de las mujeres más importantes de la historia de la música y, por extensión, por ser también un icono cultural y artístico refencial con mayúsculas. Casualmente el único disco que tengo, escucho y disfruto de ella es el Horses, y por descontado no me iba yo a perder la oportunidad de verlo interpretado íntegramente por su autora. Con una presencia que nos decía a todos que estábamos ante la auténtica dueña y señora del Festival, menuda puta jefa es esta mujer, el concierto funcionó en todo momento a la perfección dando sobradamente la talla al micro y apoyada en una veterana banda que clavaba las canciones a la perfección dejando claro que en ese momento, en el Festival, no había competición posible. Patti Smith y su banda dieron el do de pecho absoluto y la interpretación del Horses fue absolutamente magistral.
DAMIEN RICE Primavera 21.10 (10)
Y sin demasiada distancia, ya que están uno en frente del otro, durante la última canción de Patti Smith fui a pillar sitio en primeras filas para ver en el escenario Primavera al cantatautor irlandés Damien Rice, que sin ser especialmente fan suyo, tenía el presentimiento de que iba a dar uno de esos conciertos en el que, sino hubiera estaoa, me habría arrepentido toda mi vida, yo soy muy de guitarrita folky y cantautor. Con dos discos a mediados de la decada pasada que dejaron a más de una traspuesta, y a más de uno también, con sus intensas baladas emocionales apoyadas prácticamente por completo en su guitarra acústica, era el momento perfecto para traerlo al Festival después de su regreso al estudio siete años después de su último disco con ese delicioso My Favorite Faded Fantasy del pasado año. Lo primero que voy a destacar es que hay que tener mucha confianza en uno mismo y ser muy valiente para salir al escenario grande del Primavera Sound, solo con una guitarra semi-acústica prácticamente destrozada, una barba fea y sin arreglar, la camiseta hecha trizas literalmente, un pantalón de lo más triste y unas bambas del rastro a interpretar tu repertorio plagado de edulcoradas baladas melancólicas perfectas para empujar al suicido a cualquiera con un cuadro de ansiedad y de nervios después de que le haya dejado el novio. Apoyado en un juego de luces que hacían gala de la misma sencillez y humildad que Rice, lo suyo fue la pura desnudez del artista en su máxima expresión. Parco en palabras, quizás provocado por la timidez, el suyo fue uno de los directos más intensos, emotivos y honestos que he visto jamás sobre un escenario. Ayudándose de un segundo micro con el gravaba todo tipo de loops musicales o vocales, y cambiando en ocasiones a la electríca, sus interpretaciones te ponían los pelos como escarpias y los nervios a flor de piel llegando a emocionarte hasta niveles insospechados. El concierto tuvo varios momentos álgidos, The Blower's Daughter fue uno de ellos por supuesto, pero ese final con todos los loops a tope y un Rice dejándose la piel al micro y a la guitarra se me quedará grabado en la memoria a fuego para toda la vida. Entre los cinco mejores del Festival. No sé si superó a lo de Antony del día anterior, pero lo que está clarísimo es que tiene el triple de mérito, eso seguro.
THE CHURCH Ray-Ban 22.40 (8)
Acto seguido me dirigí a estrenar el Ray-Ban este año con una de las bandas más míticas de las que pisaban el Festival para el quince aniversario. Unos The Church que le harían la competencia directa a la Smith por la corona de la mejor banda veterana del Festival. Con un sonido y una puesta en escena impecable, no soy nada ducho en los The Church pero os puedo garatnziar que cada canción que escuché me pareció impresionante, la banda australiana con más de 30 años de historia, firmaron uno de los directos más sólidos, prefesionales y redondos del Viernes haciendo lo que mejor saben hacer, rock marca de La Iglesia. Aunque tengo que admitir que hice una pausa en medio de los The Church para acercarme al Adidas Originals, muy cerca, para ver el directo de la Diosa más grande que ha dado la escena noise en toda su historia. Y luego volver y finalizar el concierto de los The Church sin problemas, por supuesto.
PHARMAKON - Adidas Originals 23.00 (9)
Y llegaba otro de mis momentos estelares del Festival. El momento en el que la neoyorquina Margaret Chardier y sus máquinas infernales se presentaban sobre las tablas del diminuto Adidas Originals para demostrar su descomunal grandeza y que su arte con el noise no tiene parangón. La incomodidad sonora y las continuas espantadas de la gente del público que salía corriendo despavorido con las manos en las orejas, fueron los auténticos protagonistas de los escasa media hora que dedicó la americana a castigar nuestros cuerpos y nuestra mente con una puesta en escena en la penumbra en la que tan sólo se distinguía su silueta y la de sus aparatos. Sin duda la ruidera y el griterio más fiero y desalmado del Festival y uno de los directos más originales y revolucionarios en todos los aspectos que he visto jamás. Un ole enorme al Festival por apostar por este tipo de actos tan ariesgados y un ole aún más enorme a Margaret por hacer exactamente lo que sale de los ovarios sin importarle lo más mínimo lo que piense nadie de ello. La cuestión para el público era, si no te gusta, ¿qué cojones haces aquí?.
VOIVOD - Adidas Originals 23.55 (8)
Acto seguido tenía tres opciones, o cruzar de nuevo el Festival para ver a los Ride, que nunca han sido santo de mi devoción especialmente, quedarme a ver a los Run The Jewels en ATP, a los que les tenía muchas ganas pero de los que salí huyendo al par de canciones por tener un sonido de lo más desastroso, para finalmente acabar cayendo en el Adidas Originals de nuevo para ver a los inclasificcables Voivod. Banda canadiense de la década de los 80 ejecutora de un thrash metal único e intransferible en el que se dan cita todo tipo de invasiones alienígenas y rebeliones de las máquinas contra sus creadores conformando un caos ordenado y muy pulido, en el que tanto cabe el punk-rock como el death metal, con el que nos deleitaron a placer y sin concesiones durante la hora que duró su contundente y alucinantemente técnico directo. Otra banda de veteranos que demuestra estar sobradamente en forma con un show adrenalínico e incendiario a más no poder.
THAW - H&M Pro 01.00 (9)
La idea era ir directo al Ray-Ban para finalizar la noche a golpe de electrónica rockera con el musculoso dúo llamado Death From Above 1979, pero una vez comprabado el catastrófico sonido que inundaba el escenario decidí hacer uso de la maravillosa aplicación del Primavera Sound y comprobar qué conciertos tenía más a la mano. Y, como si estuviera predestinado, a dos minutos del Ray-Ban, en el H&M Pro, empezaba en pocos minutos el combo de black metal experimetal polaco llamado Thaw. Con esas credenciales, era imposible no acercarme a verlos y finalizar el día como mandaba la tradición, con una auténtica traca de metal extremo por todo lo alto. Un directo que resultó caótico en el mejor sentido de la palabra, destructivo, brutal, acompañado de dos voces, dos guitarras, teclados, batería y tabla de efectos, el quinteto más animal del Festival nos dejó un final de fiesta tan excitante como atronador. Con un sonido absoltuamente ensordecedor sus composciones están cargada de texturas, capas, poseedoras de retazos eclesiásticos, todos vestidos de monjes oscuros, y que no le hacen ascos al doom con unas intros tensas y largas que explosionan en demoledoras tormentas de blast-beats descomunales dotadas de una robustez rítmica implacable. El mejor cierre que se pueda desear.
Mañana más.
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