LISA LOEB & Nine Stories (1995) Tails

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Se que más de uno se estará echando las manos a la cabeza con la vena poppy que me ha salido esta semana, ja ja ja, pero es que después del conciertazo único e insuperable que vivimos el Martes pasado en el Teatro de L'Aliança de Poblenou (todos sentaditos y Neil en solitario con su piano) a manos del maestro Neil Hannon (The Divine Comedy) he vuelto a cear rendido a los pies de la ñoñería más cursi y el romanticismo más pueril sin opción a recuperarme en unos cuantos días, solución, cascarme unos cuantos discos poppy de los buenos para acabar la semana con una sonrisa de oreja a oreja y hacer felices a unas cuantas personas más.

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Hoy vengo con un disco que nos marcó (cuanto menos a algunos de los 30 añeros de hoy en día) el 1995 como uno de los años más inolvidables y bonitos que he vivido en mi vida y gran parte de esos agradables recuerdos se los tengo que agradecer a Lisa Loeb y este Tails y por derecho también al film del mismo año (a del anterior que más da) Reality Bites. Me explico, a Lisa Loeb la descubrió Ethan Hawke que vivía en el edicio de enfrente de ella en NYC y por casualidades de la vida un amigo común los presentó. Al tiempo Ben Stiller empezó a dirigir Reality Bites con el propio Ethan Hawke y Winona Ryder y fue entonces cuándo Ethan le presentó a Lisa y Ben decidió poner en los créditos finales (además de incluir el tema en la banda sonora) el tema Stay, desde entonces, que consiguió en número 1 en las listas con ese tema sin tener todavía un contrato discográfico firmado, su fama subió como la espuma y al año siguiente ya podíamos disfrutar de esta auténtico diamante en bruto.

El disco es un absoluto disfrute de pop refinado en el cabe todo, la balada más melosa encarnada en When All The Stars Are Falling, el folk discreto de Snow Day, el rock simplón de Rose-Colored Times, el regalazo de Stay como tema final o el medio gospel de Lisa Listen son solamente una pequeña muestra de la grandeza de esta maravilla de disco. Desde la primera a la última nota dominado enteramente por la aniñada e inolvidable voz de Lisa y su imperdible guitarra, yo es que me derrito literalmente con esta mujer. Después de un discazo tan bueno como el Tails salió Firecracker otro indiscutible discazo de folk-pop imprescindible pero de ahí en adelante la verdad que ha ido perdiendo la magia poco a poco hasta convertirse en una artista más del montón que desatacable pero no s ele pueden negar los buenos ratos que todavía me hacen pasar sus dos primeros disco.

Dedicado especialmente a Aru, Laia, Aina, Gis (atención al discazo Gis que si no lo has oído se te cae todo al suelo cuándo lo hagas, toma exageración, ja ja ja) y por supueso a mi colega el alma Javi, con todo mi cariño y mi ñoñerá más extrema.