Y seguimos paseando por el lado salvaje de la vida de la mano de estos oriundos de Cleveland que para suerte nuestra no tienen nada mejor que hacer que darle al d-beat y al crust que da gusto. Si lo vuestro es hacer sangrar vuestros oídos a base de bien no podéis dejar pasar la oportunidad de escuchar el debut de estos sanguinarios Masakari, puede que con un nombre así no os digan demasiado pero si nos fijamos en el art-work, su siniestra música no se aleja demasiado de esa torturada imagen que nos proponen en su portada, un cura, dominado por una demoníaca presencia, y convirtiendo a un adepto a base de vejarlo y maniatarlo como bien ha sabido hacer la Iglesia Católica a lo largo de los siglos, toda una declaración de intenciones.
Estos auténticos mastuerzos saben bien como canalizar su mala hostia plasmándola en forma de canciones que escupen rabia y bilis como pocas y concentrando su desmesurada furia en cuestión de dos minutos. Las letras tratan de temas tanto políticos como sociales o religiosos retomando el discurso de las bandas de mediados de los 80 sin que por ello tengan que asemejarse a ellas en forma. Su capacidad para cambiar los tempos en canciones tan cortas sin perder la inagotable ferocidad de la que hacen gala durante todo el disco, sobretodo gracias al espeluznante registro de su vocalista, la complejidad a la hora de componer su temas en los que tanto la técnica como el burrismo son de los más importante o su graciosa manía de poner extractos de speeches relacionados con el tema en cuestión. Todo ésto y mucho más hace que te invada un sentimiento de odio y disconformidad a partes iguales que al fin y al cabo es dónde nos querían llevar éstos animales.
Dedicado especialmente a mis colegas Mongotrón y a Magli que se les va a hacer la boca agua después de lo escrito y van a mojar sus gallumbos después de escucharlos, garantizado hermanos, si ya teníamos en un pedestal a los Nails o lo último de nuestros queridísimos Dishammer aquí tenéis otra buena dosis de macarrismo descerebrado para deleite de vuestros pútridos oídos, je je je.
yeah! pabajo ya mismo, ah y me encanta esa pullita a la iglesia jajaja
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