Uno de los discos que me ha tenido, y me sigue teniendo, más atrapado durante estos últimos días es sin lugar a dudas este Vanishing Order de los, hasta ahora desconocidos por mi, finlandeses Witheria. Aunque tengo que admitir que con ese nombre y una portada tan horrenda para su tercer disco de estudio empazaba a entender el porqué de mi ignorancia tan sólo con pulsar al play para reprucir el huracanado primer tema de este ultra-violento y obsesivamente adictivo Vanishing Point todas mis dudas y mi desconfianza se vieron trituradas a ritmo de riffs despedazadores y unos registros realmente demoníacos a la vez que una diabólica sonrisa se dibujaba en mi cara.
Bajo una fachada de combo thrashmetalero de inspiración old-school, estilo en que se cimentan las bases de sus composiciones, se esconde uno de los híbridos más interesantes y descastados del metal extremo actual, y digo descastados porqué son ellos mismos lo que evitan, a base de retorcidos cambios y las diversas encarnaciones musicales que son capaces de ofrecer, cualquier oportunidad de afiliarse a una escena concreta convirtiéndose por derecho propio en los únicos de una nueva especie.
Dotados de una intesidad y una agresividad inhumana, en la que también esconden su justa medida de melodía y accesibilidad, sus canciones son como un torbellino de estilos y ritmos cambiantes que arrasa con todo imponiendo un paso urgente y en ocasiones desenfrenado. Mención especial a su vocalista capaz de llevar su voz hasta los extremos más despiadados y violentos cambiando su registro a diestro y siniestro en favor de una banda que va sobrada de técnica, brutalidad, pegada y calidad por los cuatro costados.
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