MACHINE HEAD (2011) Unto The Locust (Nuevo Segundo Link)

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Primero de todo, darle las gracias a mi querido compañero de fatigas musicales Magli, quién de nuevo ha vuelto a ponernos en bandeja, como tantas otras veces, uno de los discos más esperados del año, y ese no es otro que Unto The Locust, el buque insignia de la enorme Roadrunner ha vuelto a izar sus velas de nuevo después de 4 años desde su anterior, y encumbrado por muchos como su mejor obra hasta el momento, The Blackening. Recuperados ya de las interminables giras están dispuestos a volver a conquistar el mundo a base de metal marca de la casa, por que los Machine Head tienen ya sus medallas más que ganadas gracias a su portentoso sello de indentidad, muchas veces imitado pero nunca igualado, pero lo complicado es mantenerse arriba y ellos parece que año tras año siguen manteniendo un nivel inalcanzable para la mayoría.

Con un predecesor que batió todos los records de venta de la banda hasta el momento y que se situó en su año de salida como el mejor disco del año en la mayoría de publicaciones, tanto a nivel profesional como amateur, de corte metalero la tarea que se les presentaba a los de Flynn no era nada fácil de superar. Pero como siempre Rob y los suyos nos han vuelto a sorprender gratamente regalándonos una colección de temas, 7 en total, que cogiendo el testigo de sus hermanos mayores refina aún más la fórmula consiguiendo unas composiciones que aún sonando algo más complicadas y enrebesadas que anteriormente entran a la primera con una frescura y una contundencia digna de los mejores y más inspirados Machine Head.

Sin hacer, en la mayoría de los casos, uso y abuso de las partes melódicas, este Unto The Locust tiene dosificadas al mínimo las voces limpias y los estribillos facilones, un halo de pesar y un sentimiento rabia te inundan a lo largo y ancho del disco imprimiendo un ritmo potente que no decae en prácticamente ningún momento. Quizás el único punto flaco, después de muy pocas escuchas, sea Darkness Within, una pseudo-balada que tiene un momentazo en medio que te hace olvidar completamente lo ñoño que es el tema. La producción ha vuelto a correr a manos del propio Rob Flynn quién desde que cogió las riendas del sonido de la banda allá por el Through The Ashes Of The Empire la cosa no ha hecho sino que mejorar con cada entrega