Vamos a empezar la semana igual o mejor que la acabamos con uno de esos discos triunfales e incluso mucho más esperados, sobretodo por la facción más crecidita del metal extremo, forjadores y pioneros de un estilo que aún siendo minoritario creó una ferréa base de fans que hasta hoy siguen revolviendo las entrañas del metal y el punk más under con su oscuro y visceral sonido esparciendo la semilla puesta en la década de los 80 por los Amebix quiénes firmaron en 1985 el que sería considerado más tarde como el detonante de ese difícil de encasillar estilo que se vino a llamar Crust.
Con tan sólo unos Ep's y dos álbums largos la breve pero muy intensa y alabada carrera de los Amebix se acabó en 1987 con el crucial Monolith dejando paso a una leyenda que se ha mantenido hasta nuestros días gracias a ese impresionante legado recogido por infinidad de bandas. Decididos a resucitar al combo en el 2008 los fundadores The Baron y Stig pusieron de nuevo el proyecto en marcha hasta que finalmente y con un rodage más que suficiente la banda ha decidido volver a meterse en el estudio para facturar este monumental Sonic Mass, un título por cierto más que adecuado y suficientemente explicativo para hacernos una idea muy apróximada de su contenido.
Curiosa la adición de Roy Mayorga a la batería y las funciones de teclado para completar el trío maravillas dándole ese toque tan personal y contundente que tiene Roy a los parches llenando las lúgubres y decadentes atmósferas de los Amebix con una potencia que impresiona ampliando el sonido de los Amebix hasta nuevos límites. Empleando para la mayoría de los temas un registro limpio y conservando parte de esa suciedad y oscurantismo que destila el estilo que ellos mismos ayudaron a crear no esperéis encontraros con un disco de crust puro y duro sino más bien con una amalgama sonora de la cual no podrás escapar una vez engullido por esa bestia del abismo llamada Amebix, resucitada y hambienta de almas moribundas.
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