Han pasado 5 largos años desde que Evanescence nos entregaran su último, y bastante fallido, artefacto de estudio llamado The Open Door con el que al parecer no acabaron de arrancar del todo después de su multipremiado debut para una major llamado Fallen el cual les valió para colocarse en todas y cada una de las listas de éxito del planeta con la canción Bring Me To Life, que además fue el tema central de la peli Daredevil. Disco con el que consiguieron el adjetivo de the-next-big-thing del metal mainstream pero que finalmente se quedaron en el camino, algunos le echaron la culpa a la deserción-expulsión del guitarra Ben Moody pero yo creo que simplemente tanto hype les pasó factura.
Supongo que la pregunta que viene ahora es obvia... ¿quién necesita a día de hoy otro insulso disco de esta troupe de metaleros de postín disfrazados de góticos y deseosos de dar con la radiofórmula perfecta para volver a estar en el candelero?, pues bien, posiblemente nadie (olvidándonos por supuesto de sus fans más acérrimos, si es que les queda alguno) pero lo que está claro es que por lo menos han dado con unas composiciones que lindando entre el metal-pop y el gothic-rock vuelven a engancharse como las que más y te dejan con ganas de volver a escucharlas, y eso ya es todo un logro para ellos.
El disco empieza con el single de adelanto que ya habíamos escuchado hace un tiempo y que nos presentaba a unos Evanescence mucho más rockeros y desenfadados, serios en lo suyo pero algo más luminosos y agradables que de costumbre, un temón marca de la casa pero con un punto algo más actual. A partir de aquí notamos cierta apertura de miras dejando en ocasiones de lado el metal para meterse de pleno en el rock de melodías poperas y suplantar su halo gótico, que sigue estando pero mucho menos, por un carácter mucho más terrenal y familiar. Yo lo estoy disfrutando de lo lindo, lo que no sé realmente es si me durará más de un semana el disfrute, je je je.
este es el nuevo?pero no salio aun?
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