sábado, 3 de septiembre de 2011

OPETH (2011) Heritage



Ya se que necesitaría muchísimo más tiempo e infinitas escuchas para llegar al fondo de esta incomensurable nueva obra de los hombres del virtuoso Mikael Akerfeldt, pero son tantas mis ganas y mi alegría por compartir este recién filtrado Heritage que sin haber ponderado mínimamente bien este precioso lienzo de sonidos y emociones escondidas y encontradas he decido que de hoy no pasaba contando tan sólo con 4 escuchas a mis espaldas, ¿pecado mortal?... puede... pero un discazo como este merece esparcirse lo antes posible para que cuando salga a la venta todo el mundo vaya corriendo a su tienda de discos más cercana y se haga con este preciado tesoro, esperemos en edición especial, je je je.





Y como no veo lógico ni justo entrar a valorar en profundad el disco sin haberlo escuchado lo suficiente voy a escribir unas líneas sobre las primeras impresiones que me ha producido éste, aún calentito, Heritage. Habiendo escuchado con aterioridad su single de presentación, que lleva circulando un tiempo por las redes, nos podemos hacer una muy acertada idea de por dónde se mueves los parámetros fijados por Akerfeldt para este nuevo ejercicio de creatividad musical. Entre otras muchas virtudes el disco se beneficia de la producción del propio Akerfeldt consiguiendo exactamente lo que busca, algo así como una eterna y melancólica paz musical, además de estar mezclado por su inseparable Steven Wilson y con un arte creado de nuevo por su inestimable colaborador Travis Smith.





Me invaden sentimientos de una belleza embriagadora que son transportados por unas melodías de una valía incalculable inequívoca muestra de como Mikael ha sucumbido finalmente a la luz desterrando casi por completo los pasajes crudos y demoledores, a la vez que sus registros más guturales, a los que nos tenía acostumbrados normalmente sustituyendo cualquier sensación de malestar por pasajes musicales preciosistas alumbrado por auténticos destellos de genialidad en los que reina una libertad y una naturalidad musical únicas. Esto es Opeth por los cuatro costados consiguiendo aún que levantemos la ceja y digamos !Se las han vuelto a apañar para parir otra obra maestra y encima soprendiendo, putos jefazos!!!.

8 comentarios:

  1. Lo siento pero me parece peor de lo que esperaba. De hecho, esperaba que fuese bueno y que me fuese convenciendo de que estos son los Opeth actuales y también molan. Pero no, no hay por donde fumarse este disco. No le encuentro ninguna chicha y lo peor, el insulso tema adelanto parece ser el mejor en el conjunto.

    Por no enterrarlo del todo, hay algún detalle, en folklore por ejemplo, salvable, pero nada, un disco denso muy difícil de terminar. De hecho, dudo que consiga volver a escucharlo entero.

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  2. yo le dare mas escuchas pero el giro este hacia el rock progresivo no me termina de convencer... joder, Michael un gritito! (este tio cuando pega un berrido retumba la tierra)

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  3. Estoy convencido de que cuando le deís unas cuantas escuchas mís, os convencerí. Para mi es increible lo que han conseguido, seguir siendo y sonando a Opeth con un estilo tan distinto al usual en ellos.

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  4. acusticamente melancolico armonioso oscuro, solo para fanaticos de la banda y que aprecian el arte tal como es no por lo que se tiene de 1eras impresiones

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  5. Vale, tres repasos atentos de esta nueva cosa de Opeth y se me acumulan las sensaciones: por un lado me parece un disco difícil de entrada, que desde luego va ganando más y más a cada escucha. Por otro lado, las canciones me dan la sensación de que están sin redondear, con tantísimos cambios y breaks, y algunas me parece como que van sin rumbo hasta que de pronto terminan. La producción es distinta, sucia, rozando lo analógico, que si bien al principio descoloca, luego encaja a la perfección con el rollo vintage que, imagino, pretende Mikael darle al disco. No he echado de menos ni los riffs deathmetaleros ni las guturales, pues entiendo que aquí no pegaban ni con cola, pero también confío en que esto no sea un adios definitivo a la cara más metalera de Opeth. Evidentemente, es un disco hermano de Damnation, parecido pero también distinto a todo lo que Opeth había hecho antes, y, aquí llega el milagro, sin perder su personalidad. Seguiremos trabajando en el, por el momento ya lo tengo pedido en pre-order.

    Un saludo!

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  6. Aun no lo digiero bien pero a la primera las rolas de The Lines in my Hand y Folklore me parecieron de lo mas rescatable

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  7. la verdad?? esperaba algo mas de esta gran banda, donde quedaron los guturales de Akerfeldt?? esos que hacian estremecer hasta el mismisimo cielo??
    no me interesa escuchar nuevamente el disco, con una vez y ya, me quedo con el Opeth del 2008 hacia atras

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  8. Coincido con vosotros un poco porque esperaba más. Famine que tiene un buen comienzo y da un giro radical. Y Folklore es la única que me gusta.

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