Si hablamos de bandas de metalcore (cristiano) nacidos en la pasada década The Devil Wears Prada (todavía hoy oír ese nombre para un grupo de metal me produce urticaria) es uno de los combos ineludibles para abordar el tema, eso es indiscutible, lo que es más discutible es si sus primeros tres discos son dignos de ocupar posiciones tan privilegiadas como Alive Or Just Breathing de Killswitch Engage, Dead Man Walking de Arkangel o Gomorrah's Season Ends de Earth Crisis por nombrar algunas de las obras irrepetibles que ha dado el género en sus más de dos décadas de evolución, algo que por supuesto parecía inalcanzable para estos pipiolos de Ohio.
No os alarméis, no estamos ante uno de esos discos que podría sentar un precedente en el género ni nada por el estilo pero lo que es impepinable es que el discazo que los Devil Wears Prada se han sacado de la manga no me lo hubiera esperado de ellos ni en un millón de años y eso es algo que no pasa todos los días. Cogiendo como referencia la efusiva recomendación del Sr. Magli decidí pegarles una oída y desde el primer momento ya pude apreciar una muy considerable subida de nivel en las composiciones imponiéndose un ritmo mucho más contundente y embrutecido que de costumbre y trasladando a un muy segundo plano las voces limpias y los estribillos patronados para dar luz verde a los más desatados, destructivos, creíbles y frescos Devil Wears Prada que hemos tenido el placer de escuchar hasta la fecha.
Algo que los diferencia enormemente de sus coetáneos y además es algo en lo que han puesto especial atención en este Dead Throne son los pasajes de teclado y sus electrizantes melodías, siempre se han caracterizado por añadirle a sus composiciones ese punto sinténtico que les dan los teclados pero jamás habían conseguido presentarlo dentro de un espacio tan marcado y meticuloso como lo han hecho en su último disco. Probablemente estemos ante el mejor disco del género en lo que va de año y si me apuras uno de los mejores de los últimos 5 años y eso viniendo de una banda que en un principio era bastante mediocre todavía tiene más mérito.
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