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Ya se que el rap es el estilo que menos triunfa por aquí, no por que a mi me guste menos, puede ser el segundo estilo de música que escuche más después del metal, pero se que la mayoría de asíduos al blog no suelen degustar lo que venga de ese estilo. Yo no me rindo, sigo a lo mío, intentando convertir a gente que jamás a escuchado rap a este estilo tan plural, diferente entre si, multiculural y global como es el hip-hop.
Mi mayor debilidad pasa por el rap patrio y el de los States, en primera instacia, pero si hay un rap del que me he enamorado con el tiempo, a base de escuchar y conocer toda su historia tanto actual como pasada, es el francés sin lugar a dudas. Algunos de mis artistas favoritos del estilo son de allí y desde que en el 2009 conocí a este Aurelien Cotentin, A.K.A. Orselan, con su polémico debut Perdu d' Avance, se convirtió en una nueva figura a tener muy en cuenta.
Comparado hasta la saciedad con el inimitable Eminem, bajo mi punto de vista solamente se les puede comparar en temática, los estilos y las maneras de afrontar los temas son basante diferentes entre ellos, en su segundo disco, el que nos ocupa, ha sabido desmarcarse a conciencia de esa odiosa comparación presentado un disco que desborda personalidad y calidad por los cuatro costados.
Exponiéndose después de un par de años como un rapper más maduro y consciente, éste Le Chant Des Sirénes nos muestra prácticamente todas las vertientes y ramificaciones en las que se ha ido segmentando el hip-hop hasta completar un abanico de variaciones relamente admirable. Dubstep, crunk, street rap, harcore, r&b, electrónico, pop, old school, aquí cabe todo, y encima el batiburrillo le funciona a Orelsan a las mil maravillas.