Tori Amos es otra de mis divas indiscutubles, por si alguno no lo sabía. Creo que desde que en 1992 sacara ese incomnesurable Little Earthquakes, enamorado ipsofacto de su piano y de su voz, que la sigo a pies juntillas y alabo hasta la saciedad cada una de sus nuevas incursiones en el estudio. Y esta vez no iba a ser menos, aunque estemos ante un disco en formato directo. Después de ese último disco en el que rendía su personal homenaje a la música clásica, Night Of The Hunters 2011, éste Gold Dust es otro ambicioso proyecto de la Carolina del Norte.
Gold Dust no es un disco nuevo de la Amos al uso, su grabación es complemtamente actual, pero la selección de temas es la predulección personal de la propia artista de sus temas más emblemáticos desde el 92 hasta hoy conmemorando sus envidiables 20 años de carrera. Escogiendo cuidadosamente las composiciones y reinterpretándolas junto a la famosa Metropole Orchestra con base en Holanda, donde se grabó el concierto, los temas cobran una vida nueva y una entidad aún mayor si cabe que sus originales.
El disco lo ha producido su eterno colaborador John Philp Shenale, quien ha participado en prácticamente todos los discos de la peliroja, consiguiendo un sonido envolvente y grandilocuente en el cual tanto la orquesta como el irresistible registro de la Amos suenan tan grande como la propia vida. Luz ténue, la Amos y a volar.
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