Seguiendo bajo la el estilo prometido para este princpio de semana hoy nos vamos directos a Belfast para conocer el segundo disco de estudio de este cuarteto de nombre inacabable que irrumpió hace un par de años en la escena post-rockera con un curioso y refrescante debut dejando boquiabiertos a esa facción de seguidores del estilo con ganas de escuchar cosas nuevas y originales. Yo tengo que admitir que después de pagarle un par de escuchas a su debut lo dejé totalmente aparcado por falta de interés algo que tengo que remediar en breve después del adictivo enganche que me ha supuesto su nuevo Gangs desde la primera escucha.
El combo fomado Rory Friers y Tony Wright a las guitarras, Johnny Adger al bajo y Chris Wee a los parches pone en juego su particular fómula partiendo de un rock instrumental sin etiquetas en el que caben todo tipo de vertientes musicales y sobre el que van impartiendo de manera impasible clases magistrales de técnica impecable con sus instrumentos poniendo en evidencia su obsesiva pasión por los ritmos matemáticos y el groove incisivo contando en ocasiones con la desatada potencia del metal que utilizan en su justa medida.
Otro discazo más a la saca del año y que además representa una bocana de aire fresco a un estilo al que sin necesidad de añadirle nuevos elementos consiguen llevarse a su terreno los de Belfast pariendo uno de los discos más originales y adictivos del año. Si tengo que ponerle alguna pega por supuesto iría dirigida a su escueto art-work que sin irle del todo mal a lo que nos encontramos dentro del disco se presenta bastante pobre en comparación a su gracioso diseño del primero, nada más que objetar.
Estos que son los primos post-rockeros de los adebisi shank? Irlanda se pone las pilas, ya era hora. Estan chulos aunque me quedo con los shank, pedazo de disco se marcaron.
ResponderEliminarPor cierto si estas con la vena instrumental te recomiendo el ultimo de Scale the summit. Es una obra de arte, muy a lo cynic. Saludos!