¿Alguien ha pedido hitazos incontestables de electro-rock a cascoporro?, pues bien, aquí tenéis a Philipa Brown dispuesta a daros eso y más. Estrenándose por todo lo alto hace ya 4 años con un disco homónimo que conquistó a crítica y público a partes iguales, enamorando con su dulce registro, sus aires de niña mala y su estética desenfadada, consiguiendo sus 5 minutos de fama instantánea para pasar al olvido sin dejar ni rastro. Pasados los años, llegué a pensar que era pájaro de un solo vuelo, pero sorprendentemente y después de una larga cura de asimilación, la llamada Ladyhawke ha vuelto con este Anxiety para demostrarme exactamente lo contrario.
La neozelandesa sigue en su línea rockera de corte gamberro a golpe de sintes fiesteros endulzados por unos estribillos ultra chiclosos y un registro que sigue derritiendo con una sensualidad extrema, adoro a esta musa del electro-rock. El disco rebusca algo más en la madurez obteniendo como resultado unos temas más serios y estudiados que contrastan sobremanera con sus típicos pelotazos de pegada instatánea demostrando que aún tiene mucho que ofrecer y que, probablemente con los años, estaremos hablando de una de las grandes del estilo.
Estamos ante uno de los discos más disfrutables, desenfadados y con mayor potencial comercial del año capaz de agradar tanto a indies, como a rockeros modernos, o electros gafapastosos, todos están invitados al divertido, festivo y agradable mundo de la Chicahalcón, pasen y vean, disfruten y bailen, vuélvanse locos, por que la fiesta desenfrenada ha llegado a la ciudad.
La neozelandesa sigue en su línea rockera de corte gamberro a golpe de sintes fiesteros endulzados por unos estribillos ultra chiclosos y un registro que sigue derritiendo con una sensualidad extrema, adoro a esta musa del electro-rock. El disco rebusca algo más en la madurez obteniendo como resultado unos temas más serios y estudiados que contrastan sobremanera con sus típicos pelotazos de pegada instatánea demostrando que aún tiene mucho que ofrecer y que, probablemente con los años, estaremos hablando de una de las grandes del estilo.
Estamos ante uno de los discos más disfrutables, desenfadados y con mayor potencial comercial del año capaz de agradar tanto a indies, como a rockeros modernos, o electros gafapastosos, todos están invitados al divertido, festivo y agradable mundo de la Chicahalcón, pasen y vean, disfruten y bailen, vuélvanse locos, por que la fiesta desenfrenada ha llegado a la ciudad.
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