Enganchado como una lapa a una roca, sellado por mi propio cuerpo cual ventosa sobre las complicadas vertientes musicales por las que se desarrolla el nuevo disco de los japonese Sigh, así me tiene In Somniphobia, una pesadilla durante una noche de insomnio. Dispuestos a tergiversar mi realidad musical como nadie más es capaz de hacer, el visible dúo formado por Mirai Kawashima y Dr. Mikannibal han vuelto a hacer de las suyas con el thrash metal, el black y la música clásica obteniendo el batiburrillo perfecto para pasar una noche de los más terrorífica.
Tomando influencias de un abanico de posibilidades inagotables sorprende encontrarlos en una tesitura tan clásica y heavy en los primeros cortes del álbum demostrando su pasión por la NWOBHM y los solos de infarto alternnado sus desvaríos con la músca clásico y metal extremo a todo gas sin perder ese aroma tan avant-garde que los caracteriza desde hace años, una muy grata sorpresa encontrárselos en un registro tan diferente. Sin desmerecer el resto del disco el cual se mueve por todo tipo de nacionalidades rozando los africano o lo hindú por momentos y tocando palos del jazz ensalzado por unos solos de saxo estratosféricos.
El disco está plagado de pesadillescas sopresas entre las que se cuentan la colaboración de Kam Lee y Metatron en Lucid Nightmares o el insuperable diseño de portada de Eliran Kantor, qué representa a la perfección ese concepto que engloba el disco sobre la delgada línea que separa la realidad de la ficción, el sueño de la pesadilla y la vida de la muerte. Editado por la hábil Candlelight Records esperemos que este nuevo contrato con la contundente discográfica les sirva para llegar a más púlblico ya qué el currazo que se pegan esta gente es para tenerlo muy en cuenta. Su disco más variado y accesible hasta la fecha en el cual cabe preguntarse... ¿black metal?... ¿dónde?.
Tomando influencias de un abanico de posibilidades inagotables sorprende encontrarlos en una tesitura tan clásica y heavy en los primeros cortes del álbum demostrando su pasión por la NWOBHM y los solos de infarto alternnado sus desvaríos con la músca clásico y metal extremo a todo gas sin perder ese aroma tan avant-garde que los caracteriza desde hace años, una muy grata sorpresa encontrárselos en un registro tan diferente. Sin desmerecer el resto del disco el cual se mueve por todo tipo de nacionalidades rozando los africano o lo hindú por momentos y tocando palos del jazz ensalzado por unos solos de saxo estratosféricos.
El disco está plagado de pesadillescas sopresas entre las que se cuentan la colaboración de Kam Lee y Metatron en Lucid Nightmares o el insuperable diseño de portada de Eliran Kantor, qué representa a la perfección ese concepto que engloba el disco sobre la delgada línea que separa la realidad de la ficción, el sueño de la pesadilla y la vida de la muerte. Editado por la hábil Candlelight Records esperemos que este nuevo contrato con la contundente discográfica les sirva para llegar a más púlblico ya qué el currazo que se pegan esta gente es para tenerlo muy en cuenta. Su disco más variado y accesible hasta la fecha en el cual cabe preguntarse... ¿black metal?... ¿dónde?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario