Todo lo que tenía la posibilidad de entrar para hoy en este post fue borrado de un plumazo en cuanto se filtró lo nuevo de los doomsters americanos Saint Vitus. Siendo uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos y contando de nuevo en sus filas con Wino a las vocales, Dave Chadler a la guitarra y Mark Adams al bajo, con la adición a los parches de Henry Vasquez en sustitución del tristemente desaparacido Armando Acosta, la cosa pintaba muy, muy bien.
De entrada se les tiene que agradecer que no hayan tomado la vía fácil , la de la típica gira de reunión por la pasta y punto, y finalmente se hayan decidido por entrar al estudio y grabar un nuevo disco después de casi 20 años desde su último Die Healing del 95. Con un line-up más clásico que los Donuts y unas ganas espartanas por volver al ruedo por todo lo alto Saint Vitus ha facturado un más que digno sucesor al intachable legado de la banda.
De la misma manera que el guiatarrista Dave Chardler ha escogido un nombre tan oscuro y depresivo para su primer álbum de estudio en 17 años, recordemos que el Lillie: F-65 es un potente barbitúrico que solía usar la banda para componer en sus años mozos, el disco hace honor a dicha bajona facturando un disco que no hace más que hundirte y hundirte hasta lo más profundo de la tierra a base de riffs monolíticos y un Wino personificado en el registro más depresivo y contundente que ha adoptado hasta la fecha.
Lillie: F-65 es prácticamente una obra maestra del doom clásico, y digo prácticamente por que un disco que no llega a los 35 minutos y que tiene 2 temas de relleno no se puede tener en tan alta consideración. Es una pena que gozando de cinco pepinazos tan gordos como Let Them Fall, Blessed Night, The Bleeding Ground, The Waste Of Time e Independence, tengamos que comernos ese insulso tema instrumental en medio llamado Vertigo y acabar esta jodida y oscura maravilla musical con ese peñazo de distorsión llamado Withdrawal que encima no es ni por asomo corto. No por ello pierden peso el resto de temas y por ellos podemos decir que estamos ante uno de los mejores disco de metal del año, de eso no hay duda.
De entrada se les tiene que agradecer que no hayan tomado la vía fácil , la de la típica gira de reunión por la pasta y punto, y finalmente se hayan decidido por entrar al estudio y grabar un nuevo disco después de casi 20 años desde su último Die Healing del 95. Con un line-up más clásico que los Donuts y unas ganas espartanas por volver al ruedo por todo lo alto Saint Vitus ha facturado un más que digno sucesor al intachable legado de la banda.
De la misma manera que el guiatarrista Dave Chardler ha escogido un nombre tan oscuro y depresivo para su primer álbum de estudio en 17 años, recordemos que el Lillie: F-65 es un potente barbitúrico que solía usar la banda para componer en sus años mozos, el disco hace honor a dicha bajona facturando un disco que no hace más que hundirte y hundirte hasta lo más profundo de la tierra a base de riffs monolíticos y un Wino personificado en el registro más depresivo y contundente que ha adoptado hasta la fecha.
Lillie: F-65 es prácticamente una obra maestra del doom clásico, y digo prácticamente por que un disco que no llega a los 35 minutos y que tiene 2 temas de relleno no se puede tener en tan alta consideración. Es una pena que gozando de cinco pepinazos tan gordos como Let Them Fall, Blessed Night, The Bleeding Ground, The Waste Of Time e Independence, tengamos que comernos ese insulso tema instrumental en medio llamado Vertigo y acabar esta jodida y oscura maravilla musical con ese peñazo de distorsión llamado Withdrawal que encima no es ni por asomo corto. No por ello pierden peso el resto de temas y por ellos podemos decir que estamos ante uno de los mejores disco de metal del año, de eso no hay duda.
Sensacional retorno de los pioneros del Doom Metal y, aunque como muy bien señalas, se hace corto, no por ello deja de ser redondo, pues como dijo Gracián: "Lo bueno, si poco, dos veces bueno". Es más, discrepo en tu crítica del disco, en el comentario de los dos temas que "sobran". Me explico: esos dos cortes son instrumentales, y el último me parece un gran final (en nada sino esencialmente es bajo mi punto de vista ese "peñazo de distorsión" como tú lo llamas, ese final apocalíptico ruidista de hecatombe, gran conclusión creo yo). El caso del otro tema (el tercero, "Vertigo"), me suena a introducción, con lo cual, a mi modo de ver, podrían haberlo colocado como primer corte del disco (Hice la prueba y funciona: se trataría de una buena introducción.) Así que, si bien es cierto que se te hace corto porque es breve (quitando los dos temas instrumentales que serían la intro y el epílogo, quedarían cinco temas cantados, lo cual equivale a un E.P., más bien.) Por eso pienso que se trata, como has señalado, de una obra maestra del Doom Metal.
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