Empezamos la traca de caña que os tengo preparada para lo que queda de semana, o por lo menos esa es mi intención si no se me cruza por en medio cualquier discazo de pop artificioso al que soy totalmente vulnerable últimamente, con una de las bandas noruegas a las que le he cogido más vicio estos últimos días al encontrarme con el disco más refescantes y malcarado de black metal que he escuchado en lo que va de año. Resulta curiosa la creciente acitividad de una banda que después de sufrir la importante baja de su guitarra principal durante este último año y habiendo facturado tan sólo dos discos en sus primeros doce años de existencia contemos este Mare como el tercero de los últimos 5 años, todo un lujo para una banda que muestra a cada paso que da una firmeza y una mejora insólita.
Sin haber soltado prenda de quién iba a ser el encargado de asumir el dificíl puesto de sustituto para Thomas los Kampfar se han metido en el estudio para grabar por primera vez con un productor externo. Y como la intención de los Kampfar no era otra que la de volver al sonido primigenio y original de sus inicios y poner sobre los surcos de un disco su manera de entender el black metal en su forma más pura y desgarradora han escogido a uno de los mayores expertos en tan siniestra materia, nuestro buen amigo Peter Tägtgren, por el que apuesto a que ha sido también el que ha grabado las guitarras.
Centrado en un sonido limpio y marcadamente oscuro y violento Mare significa un cambio radical hacia la vertiente más extrema del sonido de Kampfar encaminados por el auténtico guru del metal extremo y guiados por una furia y una fuerza destructiva nunca antes experimentada por el combo. Contruyendo verdaderos pepinazos de black metal desatado la melodía se encuentra tapada por un muro de guitarras que solamente descansan cuando los teclados y las ambientaciones lúgrubres se lo permiten. Otro a competir por el disputado puesto de mejor disco de la lista negativa del año. Por cierto ya está en el Spoty hace días.!!!