Si durante estos días hemos lanzado todo tipo de alavanzas a los alemanes Long Distance Calling y nos hemos derretido literalmente con lo último de los Explosions In The Sky hoy toca elevarnos una vez más al Olimpo de los Dioses del post-rock con los que son probablemente uno de los originadores de toda esta vertiente instrumental de rock sin ataduras que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de los años y que a día de hoy es un estilo al que solamente unos pocos son capaces de sacarle todo el partido, y por supuesto los escoceses (corregido) Mogwai se pueden contar entre los elegidos con todos los honores.
El disco salió hace ya un tiempo y supongo que el que quería escucharlo ya lo ha hecho hasta la saciedad, y los que no lo han hecho todavía no sé a que narices esperan para echarle el guante a uno de los mejores discos de post-rock que van caer durante el año, por ello me limitaré a decir que después de los palos que se llevaron con su anterior The Hawk Is Howling, algo que todavía no entiendo, han decidido darle un giro de 90 grados a su música y siguiendo la estela marcadamente melódica de la que abusaron en su anterior redondo le han añadido un groove hard rockero muy acertado para la ocasión que mezclado con unas gotitas de sonido sintetizado y unos tímidos escarceos vocales han conseguido volver a recuperar parte de esa magia de la que algunos hechaban en falta en sus últimos discos.
Imprescindible hacerse con la edició en vinilo si es posible y sino con la edición especial en cd en su defecto. Una presentación de lujo para un lujazo de disco que además vienen acompañado de un cd/vinilo extra en el que nos encontraremos con un temazo de 23 minutos en el que los Mogwai explotan todas sus cualidades para dar forma a una supuesta banda sonora de un filme, una experiencia única.
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