Nueva semana, misma mierda, excepto para los que ya están disfrutando de sus vacaciones, el resto volvemos a la monotonía de la semana. Una monotonía que, si no fuera por las alegrías externas que nos depara la vida y los impagables sorpresones que nos tiene siempre preparada la incombustible música, acabaría por consumir a muchos de nosotros cual bestia insaciable de carne humana. Por eso, y por mucho más, bandas como los infalibles Torch Runner son siempre bienvenidas en este oscuro y siniestro cubíl.
Poco o nada puedo aportar sobre la información de este combo de Greensboro aparte de su evidente procedencia. Lo que si os voy a decir con una convicción más allá de toda duda es que lo suyo es un crust hardcorizado con tintes a la grind que suena tan contundente, pesado, demoledor y arrollador que debería llevar una muy visible advertencia en su portada sobre los posibles daños cerebrales y auditivos que es capaz de porvocar este Commited To The Ground.
Segundo largo de esta banda americana que sigue la línea abierta por bandas como los insuperables Trap Them, Dead In The Dirt, o los Calvaiire, de los que ya dimos buena cuanta por estos lares hace unos meses. Imponiéndoses una evidente vertiente desaforada, urgente, violenta y peligrosa durante sus primeros y más breves temas, el disco va cogiendo un cariz más experimental en su parte central para volver a descerebrarse en sus últimos temas.
Varios estilos convergen en su exacerbada mezcla, por momentos podrían parecer unos Brutal Truth que hubieran nacido en este momento musical, y por ello se hace harto difícil encasillarlos en un estilo concreto o escena, pero como las escenas se han convertido ya en una cosa del pasado y los estilos en simples etiquetitas para delimitar el campo de acción en el que se mueve una banda, parece lógico que las bandas que vayan saliendo sea difícil etiquetarlas con un sólo estilo.
Los temas varían en minutaje, sobre los 40 segundos, que es la mínima pero que muchas de de las 12 que contiene el disco se mueven en esas duraciones, y las que llegan y pasan de los 4 minutos, de las que tan sólo hay 3 pero que pesan prácticamente lo mismo que las 9 restantes por su imponenente alarde de fuerza, calidad y crudeza. Punk, crust, metal, hardcore, y más desviaciones musicales, es lo que práctican Torch Runner, ¿estás preparado para la quema?. Por cierto, a ver quien saca el productor de esta infame bestia musical. Un apunte, no creo que más de una de las fotos de la banda sea auténtica, jajaja, ¿cual es?.
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