Cuando a mediados de año me encontré con el debut de los fantabulosos Kvelertak, producido por el omnipresente Kurt Ballou y con diseños del maestro John Baizley, tirando de una original mezcla perfectamente depurada de black metal y rock garajero pensaba que ya nada podía sorprenderme en ese campo para el resto del año, una visión única e intransferible de la escena noruega en su vertiente más extrema. Pues bien, resulta que ayer mi hermano del alma Magli tuvo a bien hacer caso a una recomendación vía Twitter de los sobradamente conocidos The Black Dahlia Murder en la que resaltaban las virtudes de este combo también noruego de raíces blackeras pero que a su modo de ver las cosas era algo así como meter en una habitación juntos a los Fucked Up y a los Darkthrone para que se dieran de hostias y grabarlo (eso es cosecha propia), una mezcla más que curiosa que ha llamado mi atención al instante.
La cuestión es que estos chavalines de armas tomar cuentan ya con varios discos en su haber en los que su particular manera de entender el black metal se ve influenciada en gran medida por las breves estructuras del punk manteniendo el minutaje propio del estilo, la mayoría de temas no pasan de los 2 minutos, pero ejecutado desde la rabia y la desesperación que provoca el black metal de sus compatriotas del que se nota que han mamado desde chicos, je je je. Les ha salido un duro competidor a los Kvelertak, y cuando digo duro me refiero a duro de verdad. Dónde los debutantes recogían el testigo de bandas como Turbonegro y demás formaciones de carácter lúdico, incluyendo también importantes litros de alcohol en sus letras, los Haust navegan por aguas mucho más oscuras y violentas hundiéndose en la vertiente más siniestra del punk y del black siempre con la visceralidad como arma principal.
Música que penetra en tus entrañas para hacer explosionar tu cuerpo desde el interior como si de un alien se tratase. Una grata sorpresa con la que no contaba y que estoy seguro que hará las delicias de los ávidos de sangre nueva en la saturada escena black metal noruega dónde refrescantes experimentos como este de Haust o los nombrados Kvelertak son el revulsivo perfecto para los puristas, je je je.
muy gordo este disco. me da la espina que el año que viene vamos a tener una buena cantidad de black+hardcore, ya veras
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