Algo que se ha convertido casi en habitual este fatídico 2010 ha sido por la pérdida constante de grandes personalidades de la música en general cebándose especialmente en el metal para desgracia de sus seguidores. Y de nuevo ha vuelto a caer la losa sobre la comunidad metálica al enterarnos de que el pasado Noviembre nos dejaba uno de los personajes más importantes en la evolución del doom americano, el batería de los míticos Saint Vitus, Armando Acosta, nos ha dejado depués de varios años luchando contra su enfermedad. Y que mejor manera de rendirle homenaje que con el mejor disco que han facturado los de Los Angeles, el impecable y clásico del sonido doom de fianles de los ochenta Born Too Late.
Además de significar el tercer hito en la historia de Saint Vitus también significó el comienzo de la relación del vocalista Scott Wino con la banda y el perfeccionamiento de un sonido abrasivo y lento que definia a la banda como una máquina perfectamente engrasada. dispuesta a comérselo todo. Su demoledora entrada con el pepinazo Born Too Late, uno de los mejores temas doom de toda la historia, dejó patente que Wino había nacido para cantar en los Saint Vitus. Los pasajes desoladores que dibuja la música de Saint Vitus nunca pudo estar mejor acompañada que por los melancólicos alaridos de Wino.
La mayor influencia del combo es evidente, adoradores de los Sabbath hasta la médula lo suyo fue llevar un paso más allá la bajada del tempo conservando el groove matador de los ingleses sin que por ello se les pudiera tildar de calco. Los patrones de Armando beben directamente del blues y del jazz sacrificando la contundencia por la clase y el poderío ante el instrumento. Un disco que pide a gritos una rescucha ahora que tantos y tan iguales combos los ponen como una de sus mayores referencias y porqué es el tributo perfecto a uno de los mejores baterias que ha dado el estilo.
Una pena la muerte de este hombre, pero me alegra que pongas música de antaño
ResponderEliminarOtra triste pérdida para la triste lista de pérdidas de este negro 2010. Clasicazo incontestable del doom sin más etiquetas, un disco para atesorar y disfrutar toda la vida. Descanse en paz, Armando.
ResponderEliminarUn auténtico clásico, imprescindible. Y una lástima la pérdida de Armando, 2010 pasará a la posteridad por ser uno de los años más negros del Metal.
ResponderEliminarUn saludo.