Hoy vengo con un clásico revisitado en clave de directo, pero no un cláscio de esos que les llaman así simplemente por que el adjetivo queda bien cuándo se habla de un disco de la vieja escuela, estamos hablando de uno de mis top 25 de todos los tiempos y de una de las mejores bandas que salieron a principios de los 90 de ese herbidero llamado Brooklyn, estamos hablando del grandioso River Runs Red de 1993. Bajo mi punto de vista y junto con los, también de Brooklyn, Biohazard fueron pioneros en lo que hoy llamamos metal-core, aunque nada tenga que ver con lo de antes.
El River Runs Red de Life Of Agony significó para mi una de mis primeras puertas hacia la oscuridad y la dedicación. Con oscuridad quiero decir que la sensación de rabia y malestar que transmitían sus canciones y los demonios que expulsaba Keith Caputo con sus cánticos sobraban para sentir esa oscuridad de la que os hablo, y con dedicación me refiero a que este es uno de los discos que más he escuchado en mi vida y por increíble que parezca todavía no he llegado a cansarme de él, incluso a veces me parece que aún no he llegado al final del camino con él.
La formación compuesta por Sal Abruscato, Joey Z, Alan Robert y el ya nombrado Keith Caputo decidieron reunirse hace unos años y sorprendentemente pasaron por Barcelona para deleite de los pocos congregados para tan irrepetible ocasión. Uno de mis mayores anhelos se vió cumplido con creces cuando pudimos hablar con Joey Z antes del concierto y finalmente pude ver a una de mis bandas favoritas sobre el escenario. No eran los 90 de acuerdo, y tampoco Keith estaba en su mejor momento (ese rollito rock-star voy-puesto-hasta-las-cejas no le hace ningún favor) pero para mi fue un sueño hecho realidad.
Pues bien este año la discográfica I Scream Records ha tenido a bien llevárselos de gira por Europa tocando íntegramente el dicha irrepetible joya haciendo el pack perfecto para lo ocasión en el que se incluye la versión en cd y la versión en dvd del concierto de la gira en su parada en Bruselas. Un documento que atestigua que es imposible recuperar esa fuerza innata y pueril que destilaba la banda hace 20 años pero que también es un fiel reflejo del potencial que sigue teniendo la banda cuando se lo propone, perros viejos pero todavía en forma.
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