miércoles, 2 de febrero de 2011

GHOSTFACE KILLAH (2010) Apollo Kids


Seguimos en la otra parte del charco para adentrarnos de pleno en el que es el noveno disco de estudio del apodado Hombre de Hierro. El mc del colectivo Wu-Tang Clan con más faena de todos vuelve a soltarnos su obligado pepino del año en solitario (sin contar con los demás proyectos paralelos en los que se ve envuelto) con este agraciado Apollo Kids, un disco en el que se nota un fuerte desplazamiento lateral de sus últimos acercamientos al soul y al rn'b presentado en sus dos últimos redondos Ghostdini (2007) y The Big Doe Rehab (2009).


Con una carrera que nos dejó sus mejores triunfos a finales de la década de los 90 con clásicos incontestables de la talla del Ironman (96) o el magistral Supreme Clientele (2000) y que se fue mantiendo más o menos con los años en una calidad considerable firmando discos de gran repercusión comercial y mediática como el Pretty Toney Album (2004) no fue hasta el 2006 con el muy notable Fishscale que pudimos recuperar al mejor Ghostface en años. Un disco que tuvo su floja continuación un año después y que, como ya he comentado antes, marcó el inicio del acercamiento del mc de Nueva York a sonidos más tranquilos y sedosos de la mano del rn'b.


Pues bien, este Apollo Kids representa una vuelta al sonido más clásico del Hombre de Hierro, un paso atrás en el tiempo que es de agredecer. Me enorgullece admitir que no había escuchado un Ghostface tan fresco y punzante desde los tiempos del Fishscale. De nuevo una holgada lista de colaboradores refuerzan las rimas del mc enmascarado contando con una gran cantidad de hermanos de la Wu-Tang, GZA, U-God, Reakwon, Method-Man, Cappadona, Killah Priest, y dándole un punto de color extra gracias a las aportaciones de The Game, Redman, Trife Diesel, Busta Rhymes, Black Thought y Joell Ortiz. El flow nasal e inconfundible de Ghostface es escupido con una rabia y una fuerza que parecían perdidas en sus últimas aventuras en solitario y que por suerte regresa en uno de sus discos más audibles y sólidos de los últimos años. WU-Tang Ain't Nozin' To Fuck Wit!!!.

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