De que el dubstep está de moda, ya no hay duda. Los clubs ingleses y americanos se llenan hasta los topes explotando este tipo de música y ya empiezan a llevar a algunos de los dj/productores del estilo más punteros a las pistas de baile ibicencas, Skrillex pincha en breve en la isla. Un estilo del que a día de hoy ya podríamos decir que está dentro del mainstream de las pistas de baile. Esto es ya un hecho.
Si miramos el panorama actual del dubstep podemos ver dos escenas bien diferenciadas, la inglesa, originaria y todavía en una posición a medio camino entre el under y la popularidad, y la americana, en la cual tenemos a grandes estrellas como el nombrado Skrillex, quien por cierto sale de la escena rock, que directamente apuestan por una versión del estilo mucho más bailable, accesible y disfrutable desde el punto de vista de fiesta. Pero, como muchas otras veces, siempre hay alguna excepción, y en este caso la excepción se llama Rusko.
Con dos trabajos presentados este año bajo su nombre, lo primero que pude degustar de este habilidoso productor es un Ep que ha sacado con los míticos Cypress Hill, aunténticas leyendas del rap americano, en el cual el productor inglés construye las bases de los 4 temas que contiene el Ep refrescando y dándole una nueva dimensión la atmósfera del ahora dúo de rap californiano. Un experimento que les ha salido bastante bien pero que a mi no ha acabado de cuadrar para los Cypress.
Pero no todo se reduce a ese Ep, ni mucho menos, Rusko ya había facturado un debut, del que todavía no he degustado nada, y además este año acaba de sacar nuevo disco, este insuperable Songs. Y aquí es donde podemos apreciar realmente la variedad y calidad estilística de este magistral productor inglés. Tengo que admitir que no me lo esperaba, quizás por ello la sopresa haya sido tan mayúscula, pero este Songs tiene exactamente todo lo que, para mi, tiene que tener un disco de electrónica, matrícula de honor como poco.
Songs es un disco sencillo, directo, bailable, pero no por ello deja de ser interesante y sorpredente a cada nueva escucha que se le da, y eso lo convierte en un filón inagotable de disfrute y divertimento para cualqueira que no tenga el menor prejuicio con la electrónica. Sobre una contundente e inamovible base dubstep, estilo en el que basa todas sus composiciones, Rusko es capaz de jugar y prostituir sus canciones con todos los estilos electrónicos habidos y por haber.
Por muy extraño que pueda parecer aquí suenan ecos del euro-dance de los noventa, el reggae más auténtico, el r'n'b más mainstream, el dub más categórico, el hip-hop más festivo, el despiporre del jungle o el drum n' bass, el ragga, el dancehall, el trance, y varios retazos más prevenientes de los últimos 25 de evolución electrónica que hemos ido disfrutando desde finales de los 80. Una maravilla impecable en la que los colaboradores vocales están muy a la altura de las circunstacias elevando el disco a obra maestra indiscutible, no hay más.
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