Puesto en circulación a finales del pasado año y re-editado por la infalible Relapse durante este mes, además de llevar un par de temas extras ha sido remixado y remasterizado a conciencia, el debut de estos, en princpio desconocidos, Primate suena tan añejo como actual, a la vez que fresco y demoledor a partes iguales, algo al alcance de muy pocos. Un debut que bien podría haber sido servido en pleno auge del punk-hardcore de los 80 aunque inéquivocamente suene actual gracias a un sonido capaz de tirar hasta la torre más alta.
Lo curioso de este novedoso combo es que para nada está compuesto por sangre nueva, si miramos atentamente los créditos del disco nos encontramos con dos personajes de lo más conocido dentro del la escena metálica internacional. Kevin Sharp es quien lleva la voz cantante, separándose lateralmente del registro ultra-bruto de los Brutal Truth aquí se le entienden mucho mejor las vocalizaciones y su registro tiene un aire mucho más hardcore y accesible.
El segundo en discordia es Bill Kelliher de los archiconocidos Mastodon, el cual ha cambiado las lindezas y progresiones de su banda madre por el aporreo continuo de las cuerdas al más puro estilo punk con un toquecito sureño marca de la casa. Con estas dos personalidades ya podemos tener una referencia de la calidad del disco, no son gentes de hacer mierdeces, eso por descontado.
El grupo lo completan tres componentes de la extinta banda de hardcore de Atlanta llamada The Dispised, banda a la que no he escuchado pero de la que estoy seguro han cogido bastante ya que el disco suena a hardcore en el tocan tres de sus componentes. Crudo, directo, fresco, salvaje, contundenete, potente, demolodor, festivo, político y social, como ha de ser cojones, así es Draw Back A Stump.
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