Era se una vez un catalán y un turco afincados en Madrid, de esto no hará más de un par de años, llamados Edgar y Jay, que se presentaron en los clubs de Madrid con un enérgico estilazo, y un estilismo más propio de dos macarras de la calle que de dos dj's profesionales, dispuestos a revolucionar las noches madrileñas con su insana y adictiva mezcolanza de electrónica noventera, actitud rockera y la estética metalera actual.
Y ya ves si lo consiguieron, al poco tiempo ya tenían su propia sesión Zombie y un poco más tarde ya abrieron su propio garito, el Zombie Club, con el que acabaron por convertirse en las estrellas indiscutibles de las noches de clubbing madrileño. Lo suyo es tan irreverente como incendiario y una buena muestra de ello es que para celebrar el primer aniversario de su Zombie Club echaron a volar billetes de dolar por una considerable cantidad de 3.000 euros alegando que era el presupuesto que tenían para la fiesta y creían conveniente devolverle el favor a la peña por todo este tiempo de incondicionalidad al club. Eso es actitud!.
Paseados ya por algunos de los festis más importantes a nivel nacional, el SOS, el Sonisphere, Rock In Rio, solamente quedaba comprobar su valía desde un estudio. Aunque ya nos habían pegado alguna que otra irresistible bofetada electrónica de las suyas con algún single suelto, cabía la posibilidad que no puedieran aguantar el tirón de un disco largo.
Pues de eso nada monada!!!, esto es una fiesta contínua, ya sea tirando del hip-hop más actual, el electro de los 80 o el maquineo de los 90, esto es una jodida fiesta. Colabora con ellos a las vocales en el primer tema del disco Aqeel. Para mi de lo mejor nacional, eso sin duda, pero también compitiendo en el plano internacional con el disco de Rusko, no por estilo pero si por calidad. He dicho.
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